Vol 1-1. Los días pasados.

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Hola a todos, hoy presento la primera parte de mi libro llamado "El ángel verdugo", quizás al principio noten cierta inconscistencia con respecto a la solidez del argumento, pero les aseguro que al finalizar la historia todo encajará a la perfección. Debo agregar también que esta historia la finalicé en privado hace ya unas semanas, por lo que, no podré seguir o mejor dicho "complacer" a las peticiones de la audiencia, aunque, les puedo recomendar: No se encariñen mucho con los personajes. En esta historia nadie está a salvo de morir y además... Soy un escritor muy propenso a dar giros argumentales inesperados ^^. Espero que la disfruten.

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VOLUMEN #1 "Despertar del angel de sangre"

Ahí estaba, Loise, encadenado a una silla hecha a base de metal y una tela extraña, suave y al mismo tiempo muy áspera. Las ropas que portaba estaban rasgadas: una franela azul con un logo perteneciente a una de las casas reales de una serie llamada Game of Thrones, unos jeans color azul oscuro; Loise estaba descalzo, sus pies reposaban en una placa de metal muy fría, al igual que el ambiente de la habitación en la que se encontraba en aquel instante. Debajo de aquella placa se encontraban cables, cables que parecían estar conectados a ella y que provenían de una gran maquina en la pared que se localizaba al frente, solo unos cuantos metros, posiblemente 5 o 6.

Obviamente Loise se encontraba confundido, no sabía como ni cuando había llegado a aquella pequeña y rara habitación. Su mente trataba de recordar como fue que llegó a ese lugar, pero no conseguía ni siquiera unos miserables segundos en su memoria que le dieran alguna pista de su anterior paradero o el porqué de su actual aspecto e situación tan peculiar. Pasaban minutos y nada, en ese pequeño transcurso de tiempo se dió cuenta de qué había una cámara de seguridad de último modelo en la esquina izquierda de la habitación, justo al lado de la puerta, la cual, tenía una apariencia muy parecida al acero. A su derecha se encontraba un pequeño mueble en el que se colocan artefactos que comúnmente se utilizan en cirugías. El aspecto tan peculiar de dicha habitación de ser entre un quirófano y una sala de la silla eléctrica le daba escalofríos a Loise.

Él no pensaba quedarse a averiguar que es lo que está esperando en aquel lugar, puesto que era obvio que no era nada bueno. Su respiración se acelera de la desesperación que siente, no puede zafarse de las cadenas de dicha silla, se siente desesperado y comienza a gritar por culpa de aquel sentimiento. Extrañamente el frío comienza a desaparecer y empieza a ser reemplazado por un calor insoportable, los ojos de Loise se tornan de un color rojizo brillante, las cadenas de metal empiezan a calentarse y adoptar un color cada segundo más rojizo debido a su temperatura. Loise inicia a gritar con furia. Pero de pronto, los bombillos de la maquina de la pared que se encontraba en frente suyo comienzan a encenderse, un sonido extraño cubre la habitación, uno muy parecido a cuando un motor se enciende, en eso, Loise confirma que los cables estaban conectados a la placa metálica en la que reposaban sus pies, y no solo a ésta, sino que estaban conectados a toda la silla, esto da como resultado un choque eléctrico contra Loise, esto lo hace gritar del dolor. Loise empieza retorcerse de la agonía que le provocaba tal carga eléctrica, gritaba, rasguñaba los mangos de las silla, así siguió hasta que a los segundos la carga eléctrica se detuvo. Loise estaba a punto de quedarse inconsciente, cuando de pronto una voz sonó fuertemente en la habitación.

-- Aún no adquieres la fuerza o el poder para liberarte, niño. -- Dice aquella voz masculina, un poco ronca, perteneciente a alguien que posiblemente esté entrando a la tercera edad. La voz se ríe levemente de Loise; luego, un silencio de unos segundos llena la habitación, para que al rato aquél hombre vuelva a hablar-- Denle otra carga eléctrica. Y ésta vez, dejenlo inconsciente --ordenó.

El ángel verdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora