El ángel verdugo

Vol 1-5. Última oportunidad.

El verdugo coloca sus manos en los engranajes de la puerta y con simples deseos vuelve dichos metales en líquido, los derrite. Hizo igual con la cerradura. Rostberg se sentía emocionado, se notaba por su risa esquizofrénica, a diferencia de su compañero, el cuál estaba totalmente aterrado.

-- ¡Ven por mí!.-- Gritó el profesor mientras se ahogaba entre sus carcajadas.

El verdugo observó a Rostberg con un odio profundo mientras se acercaba de forma desafiante al científico, su camiseta estaba quemada por los bordes, cosa que se notaba a simple vista, su sola presencia subía la temperatura del lugar, haciéndolo cada vez más y más caluroso. James estaba petrificado, horrorizado, la expresión de su rostro era indescriptible, equivalente a cómo si hubiera visto al propio Satanás en persona, estaba pálido y sudando. El verdugo sube la litera y agarra a Rostberg de su camiseta y de un sólo tirón Rostberg cayó al suelo, el profesor seguía riéndose mientras el verdugo bajaba lentamente para seguir agrediendole. James hace un movimiento para intentar ayudar a Rostberg pero éste mismo le hace una seña para que se quede dónde está.

-- Vamos, joven Loise, se que quieres matarme. -- Exclamó Rostberg al tener a el verdugo frente a frente. Éste sin decir una sola palabra levantó a Rostberg de su camiseta otra vez con una sola mano, mientras qué con la otra apretaba el puño con mucha fuerza y coraje.

-- Hagamos un experimento. -- Dice el verdugo mientras alza el puño para agarrar impulso. -- ¿Cuánto tiempo dura un ser humano común en reparar sus costillas y órganos internos?.-- Pregunta para luego de un golpe romperle las costillas izquierdas a Rostberg, el cuál al recibir el impacto, escupe sangre. Luego de eso Rostberg inicia a reír a lo que El verdugo exclama.-- ¡Cállate!.-- Para luego darle un fuerte golpe en el abdomen, posiblemente desgarrando su diafragma.

De pronto unos guardias en el pasillo exterior a la habitación aparecen con sus pistolas y abren fuego en contra de El verdugo. Los disparos caen en la espalda, pero, al parecer, con sólo tocar su piel se derretían las balas, las cuáles por una extraña razón eran de plástico. El verdugo toma impulso y lanza a Rostberg contra los guardias, luego de eso, corre rápidamente hacía ellos. Uno le apuñala la pierna, pero El verdugo, sin hacer ningún gesto de dolor, le rompe la muñeca y le disloca la mandíbula de un rodillazo; el otro intenta golpear a El verdugo pero su puño es detenido y apretado de tal forma que le fractura la mano, luego de eso de un cabezazo el verdugo causa una contusión en el guardia, matandolo aparentemente.

El verdugo mira con desprecio al moribundo Rostberg, se le acerca rápidamente y se agacha hasta tener su boca cerca de la oreja derecha de éste hombre y le susurra "Espero que pueda hacer sus experimentos desde una silla", para luego patearle la espalda, fracturandole la columna vertebral a dicho señor, el cuál grita de dolor antes de quedar inconsciente. El verdugo observa su alrededor, mira las frías paredes de cemento, el piso de cerámica gris y el techo con paneles con bombillas dentro, observa la gran cantidad de pasillos que tiene dicho lugar, se le es imposible escapar solo, se perdería. "Debí dejar a uno de los guardias consciente" medita hasta qué recuerda al chico pelirrojo de la habitación de Rostberg, al voltear a la entrada a dicho lugar visualiza que dicho joven aún sigue ahí. El verdugo se le acerca lentamente mientras James suplica misericordia.

El verdugo de forma burlona le contesta a sus súplicas. --No seas idiota, yo no quiero matarte. Te necesito vivo.-- Éstas palabras de forma extraña tranquilizaron levemente a James.

-- ¿Que?... ¿Que necesitas de mí? .-- Pergunta James de forma nerviosa, tanto así que tartamudeaba y temblaba.

-- Necesito que me guíes a la salida.-- Responde el joven de cabello negro y ojos rojos.

James de forma nerviosa se levanta del suelo, mientras hacía una seña con su mano derecha extendiendola firmemente frente a Loise, cómo si le implorara tranquilidad. Éste se disgusta y dice: "Si vuelves a extender tu puta mano te la voy a volver polvo". James baja su mano y se pone de pie.