Vol 2-5. El final es dónde inició

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Loise estaba caminando completamente sólo. La calle estaba desolada, era comprrsible, hay gente con miedo a las protestas... Y con miedo a él.

-- ¡Loise! --escuchó la voz de Laila detrás de él.

-- Loise... Lo... Lo siento --dijo la chica antes de desplomarse.

Ella estaba demacrada, no se desangraba por el suero, pero aún así tenía unas heridas graves en el torso. Loise fue a socorrerla. La sentó suavemente mientras se preparaba para cauterizar la herida.

-- Tranquilo... No es nada. --respondió ella.

-- Laila ¿Qué pasó?

-- Ellos... vinieron. Secuestraron a todos, tu familia, tus amigos, todos... No fui lo suficientemente fuerte, Lu --respondió entre gemidos de dolor.

Loise quedó mirando hacía la nada un momento, cómo si analizara la situación.

-- ¿Laila? --dijo.

-- Dime...--respondió.

-- ¿Cuánto crees que demores en recuperarte? --interrogó.

-- Medio día, más o menos ¿Porqué? --respondió.

Loise se levantó del suelo para luego cargar a Laila. Inició a correr con ella a cuestas.

-- Necesitaré que te quedes aquí y vigiles que no suceda nada --dijo de forma agitada.

-- ¿Adónde irás tú? --preguntó.

-- Iré a salvarlos.

De pronto Laila soltó una ligera descarga a Loise para que la soltara.

-- ¿Tú sólo?

-- Si...--respondió-- Sabes como es allá, tu y yo lo sabemos.

-- No, no lo sabes, idiota. No recuerdas absolutamente nada -- respondió de forma histérica.

Loise se acercó a ella lentamente. Ella le miraba de forma nerviosa, Loise volvía a escuchar aquéllos latidos de aquella noche. Y de pronto la abrazó.

-- Gracias... Por todo --susurró a su oído.

Laila se sonrojó, abrazó fuertemente a Loise.

-- Quiero ayudarte, imbecil --dijo Laila entre lágrimas.

-- No... --respondió-- Nadie exceptuandome a mí debe morir esta noche.

Loise trató de soltar a Laila pero esta simplemente no quería soltarlo, Loise inició a forcejear, hasta que ella le volvió a atacar, esta vez más fuerte.

-- ¿¡Crees que ha sido fácil para mí?! ¡Tu padre me acogió en su casa! ¡Tu me mantuviste cuerda cuando me habían arrebatado todo! ¡Esos meses que estuvimos dentro solo pensaba en poder salir y ser libre! ¡¿Y tú deseas volver allá?! --exclamó, acto seguido empezó a lanzar golpes hacía Loise los cuáles el esquivaba fácilmente-- ¡No quiero que mueras! ¡No quiero que ellos mueran! ¡Quiero servir de algo imbecil egoísta!

De pronto ella golpeó sin ánimos el pecho de Loise. Cayó arrodillada, entristecida.

-- Eres... el único amigo que me queda... Déjame ayudarte. Ellos me quitaron todo, no quiero que te lo quiten a ti... No quiero que me arrebaten a otra persona... --dijo entre lágrimas.

En silencio estaban uno frente al otro. La gente veía desde dentro de sus edificios. De pronto se empezó a escuchar a alguien llorar, era Loise.

Este se agachó hasta el nivel de Laila y colocó su mano en su hombro.

El ángel verdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora