Discover | Teen Wolf | (T1-2)

~30~

Orgullo sin prejuicios 

-Scott, ¡¿dónde narices está Stiles?! -exclamo enfadada -. Debería haber llegado hace quince minutos.

El partido de lacrosse estaba a punto de comenzar. Sería la primera vez de Stiles como titular en un partido, ya tendría que estar aquí.

-Parece que se han retrasado las cosas con Derek.

-¿Las cosas con Derek? -pregunto sin entender.

-Ah, sí. Se me olvidó contártelo.

-Qu-...

-Entiéndelo, Lizzie. Si Stiles y tú no siguieseis enfadados todo sería más fácil. No quiero presionarte a nada, pero creo que deberíais hablarlo.

El entrenador llama a Scott al campo y este tiene que salir corriendo. Me dirijo a las gradas y me encuentro con Noah Stilinski.

-Lizzie, ven. Siéntate aquí. Te estaba guardando un asiento -agarra la chaqueta que tenía a su lado y me invita a sentarme.

-Gracias.

-¿Sabes dónde está Stiles? Pensé que ya había llegado -pregunta.

-No lo sé, pero es muy raro, ya debería de estar aquí.

Asiente hacia el campo y vuelve a fijar su mirada en mí.

-Con que todavía estáis enfadados... -murmura.

-¿Stiles se lo ha contado? -pregunto sorprendida.

-Para nada. Pero lleva tres días demasiado molesto y decaído. Eso me ha hecho pensar que algo había pasado entre vosotros.

-Una conclusión muy acertada... -afirmo un tanto nerviosa.

-No tengo idea de lo que ha pasado. Pero sea lo que sea, podréis superarlo. Stiles te quiere mucho, Lizzie. Y ya estoy cansado de escucharlo lamentarse y murmurar disculpas por toda la casa -murmura lo último con una pequeña risa.

Le acompaño en la risa y me quedo pensado en eso. Tendré que hablar con él cuanto antes.

≻───── ⋆✩⋆ ─────≺

El partido había acabado. El equipo se ha clasificado para los estatales. Todavía no tenemos noticias de Stiles, entro con mi hermano al vestuario de hombres, y trato de ignorar todas las miradas sugerentes que algunos adolescentes me dedican.

Danny agradece a Scott todos los pases durante el partido, y junto a los últimos jugadores, sale del vestuario.

-¿Qué vamos a hacer? -pregunto cuando estamos completamente solos.

-No lo sé.

Está terminando de cambiarse cuando la habitación se queda completamente a oscuras.

-Scott, ¿qué ha sido eso?

Nos movemos entre las taquillas tratando de descubrir el motivo del apagón. Al acercarnos al interruptor de la luz y comprobar que este no funciona, el miedo recorre nuestra columna vertebral. Una pelota emerge de la oscuridad y choca con la pared.

-¿Pero qué...?

Al llegar a las duchas nos sorprendemos cuando encontramos a Derek en ellas.

-Menos mal. ¿Dónde te habías metido? -mi hermano suena aliviado con su aparición -. ¿No sabes lo que ha pasado?

Algo en su expresión me dice que sí lo sabe. Mira algo detrás nuestra y al girarnos vemos a un hombre de mediana edad. Espera, ese no era...

-La verdad es que no entiendo el lacrosse -empieza a decir con el palo de Scott en la mano.