~34~

90 12 0
                                    

Momentos antes de la tragedia (el baile)

¡¿Dónde narices he dejado los zapatos?! Mierda. A veces odio ser tan desordenada en situaciones de estrés...

-¡Mamá! -grito desde mi habitación -. ¿Dónde están los zapatos que compramos el otro día?

Resoplo cuando no hay respuesta. Mi madre no me estaba escuchando, así que voy hasta el cuarto de Scott y los encuentro a ambos hablando.

-Vale, ven aquí y vamos a probar... -oigo a mi madre decir mientras le tiende a Scott la chaqueta de traje que había alquilado días atrás.

-¿Por qué tu americana está llena de cinta adhesiva? -pregunto extrañada al verla. En ese momento, los dos se percatan de mi presencia y se giran hacia la puerta.

-Oh, Lizzie... -exclama mi madre con una sonrisa inmensa en su rostro -. Estás preciosa.

Yo pongo la mirada en blanco ante la ilusión desmesurada de mi madre. Parecía ella más emocionada que yo por ir al baile.

-Estás preciosa... -repite mi hermano mientras me observa confundida -. ¿Por qué estás preciosa?

Hago caso omiso a su declaración y vuelvo a centrar la vista en mi madre -. No encuentro los zapatos por ningún lado.

-Espera un momento, Scott.

Mamá sale de la habitación en busca de mis tacones y yo me siento rendida sobre la cama. Saco mi teléfono y empiezo a mirar de nuevo los mensajes. Nada.

-¿Pasa algo? -pregunta mi hermano cuando sale del aseo ya preparado.

-No es nada -digo negando con la cabeza y dejo el móvil sobre mi regazo -. Solo que Isaac no ha contestado ninguna de mis llamadas y ya debería de estar aquí.

Mi hermano frunce el ceño ante mi respuesta -. Aún puedes venir al baile conmigo. Sé que estos días te has estado lamentando de rechazar mi propuesta -habla en broma, aunque noto que solo está tratando de hacerme reír. Y lo consigue, como siempre.

-Sí, quizá debería ir y sujetarte de la correa para evitar que hagas algo estúpido -digo en el mismo tono de broma, y mi hermano suelta una queja sobre mi chiste perruno. Empieza a pellizcarme y me muevo entre risas tratando de evitar los daños.

-¡Scott, deja a tu hermana! Le vas a estropear el peinado -espeta nuestra madre cuando entra de nuevo a la habitación.

-¡Ha empezado ella, me ha llamado perro! -contesta con falsa indignación.

Mamá trata de aguantar la risa con poco éxito y me tiende la caja con los zapatos que no encontraba.

-¡Gracias, gracias! -respondo al coger la caja y le doy a mi madre un abrazo rápido antes de salir del cuarto, no sin antes sacarle la lengua a Scott con gesto burlón.

≻───── ⋆✩⋆ ─────≺

Me miro por última vez en el espejo. Mamá y Scott tenían razón. Estoy preciosa. Llevaba un vestido drapeado con corte de princesa, llegaba hasta mitad del muslo y era de un tono verde jade. Debía reconocer que Lydia me había ayudado bastante a elegirlo, y no se equivoca cuando recalca su gran gusto por la moda. El pelo me lo he peinado con un medio recogido acompañado de unas ondas ligeras. El maquillaje no ha sido tan sencillo, pero después de seguir doce tutoriales de YouTube que mostraban el proceso demasiado sencillo, muchas frustraciones y toallitas desmaquillantes, he conseguido no parecer un panda muerto. Sonrío a la imagen reflejada y me doy la vuelta para coger el teléfono. Seguía igual, no había contestación.

Discover | Teen Wolf | (T1-2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora