~35~

93 10 3
                                    

La tragedia (el baile)

En la entrada del instituto aún quedaban unos cuantos adolescentes preparados para entrar al baile. Y yo no era uno de ellos. Es decir, era una adolescente, pero no estaba preparada.

Dejo mi inseguridad de lado y me encamino al gimnasio. Este estaba decorado con bastante gusto, digno de cualquier película americana. Una banda en vivo sonaba, pero en este momento no me sentía con la energía necesaria para bailar. A diferencia de mí, quienes si parecían tener ganas eran Stiles y Lydia. Ambos están en un extremo de la pista de baile moviéndose al ritmo de la música que sonaba por los altavoces. Parece que mis "lecciones amorosas" sí que han acabado sirviendo, porque ambos se veían bastante a gusto el uno con el otro. Stiles se veía feliz. Y me alegraba por él, por supuesto que lo hacía. Al fin y al cabo, también era mi mejor amigo.

Verlo allí. Junto a ella. Afloró muchos sentimientos en mi interior. Pero ya no me dolía, al menos no tanto como antes. Tenía que empezar a aceptar que él no me veía de la misma manera. Ya no merecía la pena seguir sufriendo y lamentándome por algo que nunca pasaría. Y aunque fuese imposible deshacerme de todos esos sentimientos hacia Stiles, era hora de pasar página y empezar a escribir otro capítulo. El amor no correspondido podía ser una mierda, pero no tenía sentido estancarse para siempre allí dónde no te ven de la misma forma. Stiles quería a Lydia. Y aunque yo le quisiese a él, me quería un poco más a mí.

-¿Aliza? -alguien habla mientras se acerca a mí. Salgo de mis pensamientos y me encuentro la figura de Jackson a mi lado -. Vaya, sí que eres tú. Desde lejos no te reconocía. No vas mal...

-Me lo tomaré como un cumplido -digo dedicándole una sonrisa fingida.

-¿Y eso que estás sola? -pregunta y ocupa un asiento en las gradas -. ¿Tú pareja se ha dado cuenta de lo mala idea que era venir contigo?

Reconozco el tono burlón en su voz, era normal que nos tratásemos así o nos insultáramos cada vez que cruzábamos palabra. Pero hoy no me apetecía discutir con él, no me sentía con los ánimos suficientes para hacerlo. Debe notar mi falta de reacción y vuelve a hablar.

-Pasa de él -dice ahora de forma más suave y sin un ápice de humor en su voz -. Si te ha dejado venir sola es porque es un imbécil.

Su intento de animarme me hace sonreír.

-¿Cómo tú? -contesto ahora yo en tono burlón.

-No tanto. Jamás podría llegar a mi nivel.

-Parece que en algo estamos de acuerdo -replico intentando aguantar la risa -. Puedes estar tranquilo, Whitteless. Aunque quisieran, nunca nadie te superará en mi lista de imbéciles totales.

-Bueno, no esperaba menos -dice con falso aire de superior y no puedo soportar la carcajada que sale de mi boca. Ambos compartimos un momento de risas que me sorprende gratamente.

-¿Quieres un trago? -ofrece uno de los vasos que lleva en sus manos.

-¿Tratas de emborracharme? -exclamo con exagerada sorpresa -. Vaya, no te tomaba por esos.

-Eso te pasa por subestimarme.

Trago tras trago vamos hablando de los temas más triviales que jamás pensé compartir con Jackson. En un momento dado escucho como una canción de Taylor Swift comienza a sonar por los altavoces. Y estoy prácticamente segura de que es mi estado de borrachera el que me hace levantarme de las gradas.

-¡Dios mío, amo esta canción! -grito mientras me dirijo hacia la improvisada pista de baile. Empiezo a cantar la dulce melodía de Sparks fly a todo volumen y la acompaño de unos torpes movimientos de baile.

Discover | Teen Wolf | (T1-2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora