Feliz Año Nuevooo mis queridos fanaticos empernidos del CoAi; otro año aquí junto a ustedes, espero seguir escribiendo historias que los complazcanHasta otraa
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Narrador
Al día siguiente
—Amor, ¿qué sucede? —preguntó con suavidad tomando mi mano deteniendome. —Tu mirada está mañana era extraña.
Los adultos al menos físicamente hablando estaban entre siguiendo durmiendo, en el restaurante desayunando o buscando algo con lo cual entretenerse; Kogoro, Agasa y las adolescentes respectivamente. Dejando que los niños salieron con la condición de no alejarse mucho, dejando a Conan y Ai como sus vigilantes.
Kudo se quejó moviendo su flequillo hacia atrás. —Fue... una desastrosa pesadilla.
Haibara abrió los ojos sorprendida apretando los labios, pues esta vez sus papeles estaban al revés. —¿Qué tan mala fue?
Él no dijo nada, tomó su mejilla con la mano libre acercándose, juntando sus frente. —Me hizo entrar en razón de lo que podría pasar si yo ya no estuviera.
Haibara se tenso, y una mirada preocupada se reflejó en sus ojos. —¿Qu-Qué pensaste? —preguntó nerviosa.
—Pase lo que pase, estaré a tu lado. —exclamó firme, manteniendo una expresión seria. —Yo estaré a salvo y bien, por eso mismo también te protegeré con la misma fuerza. —afirmó con confianza antes de darle un cariñoso abrazo.
Una temblorosa sonrisa surco en los labios de Miyano, antes de dejarla escapar de forma brillante. —Será mejor que lo hagas, Kudo.
Shinichi estaba a punto de quejarse por escuchar su apellido de sus labios pero el grito de sus amigos les hizo correr afuera.
—¡Conan-kun, Ai-chan vengan! —los llamó emocionada Ayumi a lo lejos, al salir del hotel sus amigos los saludaban.
—Paso. —le respondió Conan manteniendo una sonrisa, queriendo contagiarse de la alegría de ellos al verlos jugar con bolas de nieve.
—Quiero atesorar este tipo de momentos, ver a mi familia reunida pasándola divertido, aunque estemos en medio de un caso. —se burló completamente Ai dándole un leve empujón con su hombro.
—Que mala eres. —se quejó Edogawa con una sonrisa, pero de repente una bola de nieve chocó contra sus cabezas.
Ambos miraron hacia adelante viendo a sus amigos burlarse por su jugarreta.
—En toda la cabeza. —sin darse cuenta que sus alaridos animados lograba traer devuelta la conciencia de un muchacho.
—¡Bien! ¡Si quieren pelea, la tendrán! —se unió al final Conan y enseguida siguió Ai.
De la casa de enfrente un joven se despertó y al correr la cortina, vio a nuestros protagonistas jugar.
—¡Alguien nos está mirando! —afirmó sorprendido Ayumi. De esa forma todos miraron la ventana cercana viendo al joven
—Parece que tiene que decirnos algo. —habló consternado Mitsuhiko.
—Buenos días. —saludó Ayumi sin ningún problema.
Ante ese saludó tomó confianza y abrió la ventanas, estaba a punto de hablar pero se dio cuenta que de su garganta no salia ningún sonido; lo dudo un par de segundos forzándose a sí mismo.
—Yo...
—Lo sentimos por entrar en su propiedad. —se disculpó de inmediato Conan.
La recepcionista enfrente noto lo que sucedía mientras movía la nieve.
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15 minutos de silencio
FanfictionAl momento de ir a un viaje con los Shonen Tantei, Conan Edogawa nota a una extraña persona, en tan solo un instante se ve envuelto en un pesado caso que lo llevará al borde de la muerte. ¿Podrá solucionar este caso? ¿Qué le sucedió a unos antiguos...