Decidí preguntarle a una chica que pasaba por allí en ese momento, me contestó que estábamos en Culiacán, Sinaloa.
Me quedé en shock por algunos segundos, hasta que oí la voz de mi hermana en mi teléfono, diciendo preocupada: _ Abigail, ¿Sigues ahí? ¿Qué pasó?
_ Pregunté a alguien que pasaba, me dijo que estábamos en Sinaloa...
_ ¿Qué? ¿En serio, pero, qué rayos pasó?
_ No tengo idea del porqué terminé aquí, pero tengo miedo. No conozco a nadie aquí y las personas aquí me miran raro.
_ Estate tranquila, no te pasará nada si te quedas en ese lugar. Solo has lo que digo, ¿bien?
_ ¿Cómo rayos quieres que me encuentre tranquila estando en un lugar que nunca he ido?
_ Abigail, oye vas a salir de esto. Te prometo sacarte de ahí. Seguro fue un error del sistema, pero no me cuelgues el teléfono, ¿me oyes?
Di un suspiro, para luego contestar: _ Mmm, bien.
Contestó: _ Fíjate si puedes conseguir un boleto para Cancún.
_ Cuando llegué, escuché que dijeron que se suspendieron los vuelos por el mal tiempo, hasta nuevo aviso. Así que es lo más probable sea hasta mañana.
_ Bueno, yo intentaré comprar un vuelo hasta ahí, espérame tantito. -silencio- Acaban de suspender los vuelos que van para el norte, hasta que el clima esté estable.
_ Entonces, ¿Qué hago? ¿Me quedó aquí?
_ No, pero te tendrás que quedar una noche allí, yo voy a ver si puedo tomar un vuelo cerca para ir. Pero mientras le voy a marcar a Gonzalo, pero tú quédate tranquila, solo toma un taxi y ve a un hotel cercano al aeropuerto, voy a transferirte dinero a tu cuenta con ese vas a poder pagar la noche en el hotel. No voy a llamar a mamá porque seguro se va a preocupar y ya sabes como es. Pero antes de venir me dijo que te dio dinero y con eso seguro te alcanzará para el taxi y algo de comer.
_ Vale.
_ Cualquier cosa que sucede, no dudes en marcarme, estaré atenta al teléfono. Te quiero.
(....)
Seguidamente caminé hacia afuera. Tomé el primer taxi que llegó, para mi suerte, manejaba una mujer. Aunque, mi madre me ha dicho varias veces que no confié en nadie...cuando llegué aquí.
_ ¿Para donde la llevó, señorita? -Preguntó amablemente-
_ Para un hotel, el más cercano posible, por favor. -Contesté entrando al coche-
Luego de unos minutos, frenó.
_ Una disculpa, vi un retén a unos metros y más estos carros que están de frente no me dio tiempo de ir más despacio. Es que, si no freno, tendré problemas. -Contestó-
¿Un retén de qué?
A los lejos pude ver unos hombres vestidos como militares, al parecer decía por ese retén militar. Pero, ¿Qué tiene de malo?
Luego de que pasarán los carros que estaban delante de nosotros, uno de los que se encontraba a unos tres metros del taxi, hace señas de que baje la ventana delantera, cuando bajo el vidrio...
El militar dijo: _ Buenas tardes, esto es una revisión de rutina.Luego miro a los asientos traseros, quedó observándome por unos segundos o eso creí.
Para nuevamente voltear hacia la taxista, diciendo: _ Puede irse.
La taxista asintió y seguidamente seguimos rumbo al hotel.
Volteé para mirar hacia atrás, solo para darme cuenta que el soldado quedo observando hasta que el taxi doblo por una calle y no volví a verlo más.