Ep. 7

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Unas horas antes.

Preocupada, Kenia decidió llamar a uno de los hermanos de Abigail que vivían en México.

(...)

- Necesito de su ayuda. –Contestó Kenia.

- ¿Qué ocurre? ¿Abigail está bien? –Preguntó preocupado.

- No sé cómo decirlo, porque tampoco entiendo cómo pasó... pero Abigail llegó a Sinaloa.

- ¿Cómo? ¿Qué demonios hace aquí? –Preguntó confuso.

- Me preguntó lo mismo... fue un error por parte de la propia aerolínea o tal vez fue mi madre que compro el boleto equivocado. –Contestó.

- Chale, eso ta raro. (..) Pos yo ahorita ando en el jale, pero ahorita le marcó a Alexis y veo qué onda como podemos hacer para traer a Abigail aquí al rancho.

- Por favor, solo será hasta que se resuelva lo de la aerolínea o veo cómo puedo ir a Culiacán.

- No te preocupes, ella es mi hermana... y haré lo que pueda para protegerla. Cualquier cosa, te marcó.

(...)


Narra el Nini

_ ¡Oye... novia! –Contesté.

_ ¿Qué dijiste? –Preguntó dándose la vuelta.

_ Te acabas de proclamar como mi novia, ¿a poco no lo recuerdas? –Respondí.

Ella me miro un poco confundida, luego contestó:
- Hmm, eso... solo fue un decir. Y, además, no me gustas.

- Eso ni tú misma te lo crees.

- Solo olvida lo que pasó aquí, ¿quieres?

- Hmm, la neta preferiría hacerlo, pero, quiero ayudarte.

- ¿Y qué te hizo cambiar de opinión de repente? –Preguntó.

- Pos, porque lo pensé bien... y tal vez puede ser que sea peligroso y más sabiendo que esos pendejos rondan por aquí.

En eso se escuchó como un rayo había caído a unas cuadras de dónde estábamos y luego empezó a lloviznar. Me vino a la mente lo que había dicho el Piyi, que según había probabilidades de fuertes tormentas por unos días.

- ¡Oh, rayos, lo último que faltaba! –Comentó-

- La probabilidad de lluvia fuerte es alta... te aconsejo que aceptes la ayuda que te ofreció aquí mi compa, además, esos vatos que estuvieron hace un rato regresarán y vendrán con más pleblada. –Contestó el Chore-

- Hmm, pensándolo bien, iré con ustedes. –Respondió- Pero, primero... necesito mis cosas.

- No hay bronca, iremos de camino. –Respondí.

Seguidamente empezamos a caminar hacía el lugar donde estaba mi camioneta.

- Nos vemos en el rancho. –Contestó el Chore subiéndose a su troca para luego irse.

Cuando nos adentramos a la camioneta, empezó a caer pequeños granizos...
Seguido sonó mi radio...
- Reporte... reporte, habla el 20. Tenemos código azul, repito, tenemos código azul.

_ Tendrá que esperar. –Me dije a mi mismo.

(...)
Mientras que íbamos rumbo al rancho, se me ocurrió poner uno de los tantos corridos que me gustan... para romper un poco el silencio que había dentro de la camioneta. Aunque, el camino era como media hora para llegar al primer anillo de seguridad.

(...) Siento que me he metido en una bronca al traer a esta morra al rancho... espero que no sea el caso.

Amor De Infancia |El Nini|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora