Pov Nini
- ¿Qué onda, plebe? -Preguntó el güero al verme llegar.
- Ps, tanto tiempo... sin verlo. Pensé que todavía seguía por el DF. -Contesté.
- Simón, pero... tenía pendientes que terminar aquí por eso me regresé. -Contestó.
- Que chingón... cuando quiera, dese una vuelta por el rancho, es bienvenido. -Respondí.
- Pos, gracias compa... en estos días le llegó. -Contestó.
En ese momento aparece el Panu, diciendo:
_ Plebes, entren a la oficina... el patrón los está esperando.
Cuando terminó de decir esas palabras, abrió la puerta de la oficina, por donde seguidamente entramos todos. El señor Joaquín estaba sentado en su respectiva silla frente al escritorio y dos vatos armados detrás de él. Y en las sillas de delante estaban Iván junto al Cholo Vago.
(..) Entonces estábamos todos presentes...
Unas semanas después de lo sucedido, las cosas en la Capital se volvieron más pacíficas. Ps, los rusos se fueron después de ese día, aunque, por otro lado, no he vuelto a saber de ella...
Quizás te preguntes que pasó ese día en el rancho...
Ps, el Iván quería hablarnos del mencionado código azul... aunque, también recibí una regañada por parte del Panu, que supongo que ya lo vi venir.
Estábamos haciendo una carne asada en mi rancho con la pleblada. Ps, era sábado.
La banda no podía faltar, el Piyi trajo al mero de Panchito Arredondo.
- Oiga compa... jálese con la de por los Guzmán. -Dice el Piyi.
- Como ordené compa... -Contestó y luego comenzó a cantar el corrido.
- ¿Sabían que el changuito se fugó del penal? -Preguntó el chore.
- Ps, la neta no me sorprende... -Respondí.
- Se lo veía venir, la neta... -Contestó el Gavilán.
- Pos, ¿si por la noche nos vamos pal antro? -Preguntó el güero.
- Simón, le jalo... -Respondí.
- Ya se necesitaba una desvelada... después de tanto jale. -Comentó el Flaquito.
Habían pasado unas horas, eran las diez más o menos... cuando me estaba arreglando.
En eso, recibí una notificación de mensaje, el cual, era del Chore... lo cual dijo:
_ Compa, el plaga te anda tirando indirectas desde su cuenta de Instagram.
Ps, como si fuera a afectarme de alguna manera, pendejo.
Al terminar de ponerme el reloj, la radio empezó a sonar... lo que afirmaba que todos ya se dirigían al antro.
Lo cual, me salí de volada del rancho.
En cuestión de minutos, llegué. El lugar era privado, aunque había alguna que otra pleblada por ahí.
Llegué al lugar indicado... que era bastante más privado, porque estábamos en el segundo piso. Ahí estaba el Chore, el gavilán y el flaquito... y el güero.
En cuestión de unas horas, el ambiente del lugar estaba a su máximo esplendor.
(..) Estaba apoyado en la varilla que estaba cerca de las escaleras fumándome un cigarro, donde se podía ver lo que había en el primer piso.
De repente vi entre la pleblada, una plebe que me hizo familiar... a quién reconocí rápidamente...
(...)
