Eso puede arreglarse

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Ambos pudieron dormir, aún desnudos, calentados por el abrazo de otro, descansaron con una sonrisa en los labios.

La mañana les regalo nieve, despertándose demasiado temprano para el gusto de Hyunjin al sentir el golpe de esta en su ventana, acompañada por el viento fuerte.

Con solo ver esa tormenta Hyunjin supo que el supermercado no abriría, y tendría todo el día para quedarse en su departamento, con Félix.

Le encantaba esa idea.

En cuanto el omega alzó la vista hacia la ventana y vio la nieve sonrió con alegría.

-          Hyung - lo llamo -, ¿Podríamos salir a ver la nieve?

Hyunjin sintió su corazón derretirse por lo adorable que era aquel chico.

-          Primero hay que lavarnos un poco - dijo, viendo los restos de lo que habían hecho ayer, y vio a Félix hacer un mohín, rio de ternura- ponte ropa, ve al baño y luego a la cocina, cambiare las sábanas - añadió, aunque no se levantó hasta que el lindo culo del omega dejo de verse tras los pantalones del día anterior.

Había terminado de hacer la cama cuando Félix salió del baño, Hyunjin llevaba puesto solo los boxers y notó como el omega se quedaba viendo su cuerpo un momento en su camino hacia el baño.

Se lavó el cuerpo rápidamente con la ducha, se vistió con la misma ropa que ayer, y fue hasta la cocina, con toda la intención de esforzarse un poco y preparar unos omelettes para los dos.

Así que, usando su mínima habilidad culinaria, añadió queso, jamón y algo de cebolla y los llevó a la mesa cuando estuvieron con una forma más o menos decente, al mismo tiempo, había preparado un café para él y un vaso de leche con chocolate para Félix.

-          El omega sonrió encantado ante esa atención, y agradeció y felicito a Hyunjin por el desayuno.

Al terminar de comer, dejaron lo que habían usado remojándose para aprovechar que la nieve se había calmado para salir

-          Iremos a la terraza del edificio – dijo Hyunjin, mientras sacaba ropa de abrigo para los dos; suéteres, buzos, un par de guantes y su única bufanda que fue para Félix -. Nunca sube nadie, y menos si está nevando.

Félix asintió, colocándose uno de los buzos, y ya bastante abrigado, con al menos tres capas de ropa, necesito ayuda de Hyunjin para acomodar la bufanda alrededor de su cuello, ya que no podía levantar sus brazos del todo.

Hyunjin estuvo listo un poco después, colocándose su campera de abrigo y un barbijo antes de salir, fijándose que no había nadie en el pasillo, antes de tomar la mano de Félix. El omega se ruborizo ante eso, aunque parecía que Hyunjin lo había hecho de forma inconsciente.

-          Vamos a usar las escaleras, nadie pasa por ellas tampoco - dijo, doblando hacia el fondo de otro pasillo, para comenzar a subir las susodichas.

En todo el camino hasta la terraza, Hyunjin no soltó su mano, lo que hizo que Félix tampoco dejara de sonreír. No fue sino hasta que llegaron a la terraza, que Hyunjin lo soltó para abrir la puerta hacia el exterior, que necesito de ambas manos para abrir la puerta.

El viento frio y la brillante nieve blanca hizo que ambos se cubrieran el rostro con el brazo por un segundo, luego, Hyunjin miro a Félix antes de salir. El omega respiro hondo, inhalando todo el aire posible, del exterior, a pesar de que su naricita se congeló por eso, disfruto poder respirar aire nuevo.

Se arrodillo para tocar la nieve, suave, recién caída, hundiendo sus manos con facilidad, dejando los guantes en sus bolillos para sentir el frio directamente sobre su piel. Armó una bola y la arrojo hacia Hyunjin, que se giró con lentitud, y expresión seria, alzó una ceja, en gesto desafiante. Aunque sólo fue la primera bala de la guerra, porque Hyunjin no se contuvo en atacar. Entre risas y golpes de nieve, corrieron por toda la terraza para huir o lanzarle al otro.

Delta (Hyunlix )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora