Cupido

Capítulo 30

—Cómo lo odio.—renego Hoseok mientras caminaba hacia su siguiente clase.—Enserio no entiendo como carajos puede ser tan fastidioso y nefasto. Como quisiera que lo arrollara un camión.

—No digas eso.—respondió Taehyung con el ceño fruncido—Es de mala educación y trae mala suerte. Se dice que si deseas el mal a alguien, lo que desees, te sucederá a ti.

—En ese caso, espero que le den toneladas de dinero—Hoseok sonrió con sarcasmo hacia su amigo.

Taehyung y Hoseok iban a la par caminando por los pasillos hacia sus próximas clases, pero antes de eso, Hoseok se había encontrado con su archienemigo llamado Seokjin.

Seokjin era de su misma edad, pero iba a clases avanzadas como esgrima, etiqueta, matemáticas, ciencias, fútbol, etc. No es que hubiera un problema, pero lo había cuando solo se dedicaba a alardear de aquello por horas y horas, presentándose como el mejor de todas sus clases extracurriculares y que gracias a eso, tendrá puntos extras para fin de año y que se graduara con honores e irá a una universidad prestigiosa y cara.

Más cara que la escuela.

Y no sólo eso, su padre tiene demasiado dinero como para comprar la escuela misma. Dice él, que al terminar el año, lo pondrá en sesiones de fotos para modelo, también lo integrará a clases de actuación y canto, para que así sea toda una celebridad a los pocos años de cumplir 20.

Como repetía, el problema no era lo que hacía con sus millones, el problema es que era un dolor de culo cuando se lo proponía.

Cuando Hoseok llegó a la escuela, no sabía muy bien que le depararía el futuro. Después del accidente que hizo que fuera Cupido, ya sabía que iba a hacer por el resto de los años en la escuela, pero el problema era cuando se inmiscuyo en eso de ser un buen estudiante. Poco a poco se ganó el cariño y respeto de los maestros por sus buenas notas, unas mejores que otras, pero al fin y al cabo, era un buen estudiante que no tenía problema alguno con nada referente a los estudios.

Pero Seokjin si tenía un problema con él.

Al verse envuelto cada vez más en ser un buen estudiante y ganarse también sus puntos extras para cualquier materia, Seokjin echo ojo a quien era el nuevo estudiante que estaba robandose la atención de los maestros.

Una vez descubrió que era Hoseok, no paro hasta fastidiarlo por lo mas mínimo y competir siempre contra él. No importaba si fuera quien soltaba un pedo primero, Seokjin seguramente estaría allí retando a Hoseok a que él podría hacerlo mejor.

Así pasaron los meses hasta llegar a este año, que Seokjin no paraba de meterse en casi todos sus asuntos. Si estaba ayudando a un profesor, seguramente Seokjin estaría al instante parado a su lado ofreciéndose también para ayudar. Si él profesor necesitaba ayuda para corregir exámenes, Seokjin ya estaría cogiendo la larga fila de papeles revisando uno por uno sin consultar o darse cuenta que Hoseok lo iba a hacer antes de que metiera sus narices.

Menos mal este año no habían tenido los roces como los del año pasado, y es que Hoseok, antes de matricularse de nuevo a esta escuela, decidió cambiarse de varios cursos a otros, con nuevos profesores, porque sabía que Seokjin estaría en alguno de sus salones. Lo más preferible para él, era no encontrarselo ni por los pasillos.

Y vaya que lo consiguió. Solo compartían 3 clases juntos con el mismo profesor, pero eran de diferentes salones. En esas clases no se hablaban ni por asomo, pero cuando rara vez lo hacían, era solo para discutir por alguna tontería, como quien sería el líder del grupo de una tarea mandada por la profesora o cualquier cosa relacionada con puntos extras.

Hoseok este año se calmo con los puntos extras y sólo decidio ayudar de vez en cuando a sus profesores cuando se le necesitaba, pero dejaba el camino libre a Seokjin solo porque... porque no quería que tuviera una excusa para que lo jodiera o encontrarselo en donde sea.