XX. Una vida más

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ADVERTENCIA: Vamos a llorar TT

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Xiao XingChen corrió hasta quedarse sin aliento. Había dado vueltas por el lugar, pero, no pudo encontrar a una sola persona a quien pedir ayuda. La mayoría se alejaba o lo ignoraba al verlo casi desnudo y amedrentado. Y cuando decía que lo habían secuestrado las personas lo miraban raro. 

Se sentía débil, hace días no ingería agua o alimento, sus pies se detuvieron exigiendo un descanso, bajó la cabeza para permitir que el aire entrara a sus pulmones. Al levantar la mirada divisó a una persona de espaldas. Era un hombre bajó la luz de una lampara callejera. Corrió hacia él como si su vida dependiera de ello.

—¡Por favor! ¡Necesito ayuda! ¡Un psicópata quiere matarme! —suplicó tan pronto alcanzó el hombro ajeno. 

El hombre volteó lentamente y dio un paso al frente, a la vez que Xiao XingChen retrocedía.

—Cariño... ¿te refieres a mí? —preguntó con un tono herido —¡Eres tan cruel! —dibujó una sonrisa perturbadora.

Su peor pesadilla se hizo realidad. Xue Yang lo había encontrado y seguramente moriría. 

Xiao XingChen retomó el escape. Sus piernas estaban débiles, a punto de colapsar. Corrió y corrió hasta caer al suelo. Se levantó y caminó lentamente, sin rendirse. Pero, Xue Yang caminaba detrás de él. Cada vez más cerca. Estaba acorralado.

—Cariño... —llamó dulcemente —¿Por qué estás huyendo? ¿Acaso huyes de mí?

—¡Ayúdenme! —empezó a gritar.

—¡Ayuda! —clamó más fuerte —¡Por favor! —al borde de las lágrimas. Pero no hubo respuesta a su llamado de auxilio.

—¿Por qué quieres abandonarme? ¡No lo permitiré! —se aproximó y lo agarró del cabello.

Entonces, Xiao XingChen respondió el ataque y lo golpeó en el rostro. Empezaron así a forcejear.

—¡Xue Yang! ¡Maldito! ¡Hijo de perra! —un grito furioso interrumpió en la escena.

Wei Wuxian lo había encontrado y lo apuntaba con su pistola. Detrás de él llegaba Wen Ning a la escena. Dos contra uno, y, sin embargo, no podían atraparlo.

—¿Xiao XingChen? ¿Tú eres Xiao XingChen? —cuestionó con urgencia al joven cautivo.

—¡Si! ¡Soy yo! —respondió con esperanza.

El detective podía simplemente haberle disparado, pero Xue Yang tenía un rehén consigo. Como policía debía preservar la vida del rehén a como dé lugar. En esas circunstancias no podían hacer nada.

—¡Xue Yang! ¡Suéltalo y entrégate! —dio un paso al frente.

—¡Atrás! —respondió el asesino —¡Si das un paso más, lo mataré! —colocó el filo de la catana en el cuello de Xiao XingChen.

El arma era tan filosa, que si tan solo le temblaba el pulso podía cortarle la piel del cuello fácilmente.

—¡Xue Yang! ¡Asesinaste a un policía, estás acabado! ¡No lo hagas más difícil! —gritó con frustración y trató de acercase.

—¡Atrás! ¿Crees que no lo hare? ¡Lo mataré! —apretó la cuchilla en el cuello de Xiao XingChen formando una delgada línea de sangre.

—¡Maldición Xue Yang! —rugió.

|EL DETECTIVE, EL MAFIOSO Y EL DIABLO| - WANGXIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora