Serendipia (Fanfic elrubius)

Sentimientos contradictorios (P2)

PARTE 2.

El evento empezaba a las seis o así, ni idea. Simplemente se empezaba pronto. Había otras cosas antes de la fiesta habría luego.

El día se me había pasado normal, ya no estaba TAN enfadada con Rubén. Estaba con la regla, así que no era mi culpa enfadarme cada dos por tres.

No me había preparado para la fiesta ¿para qué? Si no me importa realmente, no me apetece ir. Nada. No quiero ver a otras tías por ahí pululando y a Rubén babeando. Sí, solo babeando porque se le da como el culo ligar. Solo pone cara de tonto y se queda callado. Tal vez debería estar contenta de que mi novio sea un pelele y no sepa ligar. Pero realmente me siento herida, porque él fue así conmigo cuando me conoció: un pelele mudo. Y si también lo era con cada tía que se encontraba que le gustara, me sentía como una más. Vale, tal vez soy una exagerada. Sí, sé que yo también miro otros tíos y tengo mis ídolos, bla, bla. Lo sé, no es necesario que sea recordado. Pero, lo mío es diferente ¿vale?

Me coloqué bien la chaqueta vaquera ancha. Había decidido ponerme un sueter blanco corto de lana y apretado en las mangas. Debajo unos pitillos apretados y negros, para acabar con unas converses blancas tobilleras, las de toda mi vida. Me arreglé el pelo, me maquillé lo básico: rímel y vaselina en los labios.

- ¿Carmen?

Al oír a Rubén al otro lado del baño, salí de este. Le miré seria.

- ¿Ya te has cambiado y eso? -dijo indirectamente.

-Sí.

-Bien. Estás... ¿Estás bien? -preguntó con miedo.

-Sí.

-Puedo... ¿Puedo darte un beso?

Di la vuelta a los ojos y me crucé de brazos, mirándole fijamente.

-No soy un ogro Rubén.

-Eso es discutible.

-Gilipollas.

Sonrió y me tomó de la cintura, inclinándose hacia delante y dándome un dulce beso en los labios. Aunque yo los mantuve rectos y cerrados.

-Eres bastante imposible.

-Cómeme el...

Me calló con un beso, bajando su mano de mi espalda a mi trasero. No pude evitar sonreír contra sus labios finalmente y corresponder a su beso agarrándome a su cazadora.

-Estás preciosa.

-Gracias.

Sonreí, colocándome algunos mechones tras la oreja izquierda. Abrió la puerta de nuestra habitación del hotel y me tendió la mano, para que se la tomara.

Él como siempre iba muy normalito: una cazadora, camiseta, pantalones caídos y unas deportivas. Aunque por suerte hoy no llevaba gorra. Al llegar a bajo nos encontramos en el hall del hotel a Mangel. Los tres nos dirigimos a fuera para ir a tomar el taxi que nos llevara al evento.

-Bien, aquí estamos.

-Que emoción tío. Noh lo vamoh a pasá genial.

Di la vuelta a los ojos al ver a Mangel y Rubén tan emocionados. Mangel se nos adelantó. Rubén al verme seria y con las manos dentro de mi gran chaqueta vaquera, rodeó mis hombros con su brazo.

-Intenta sonreír un poco.

Sonreí en grande, forzada y mirando al frente.

-Dios no, que pareces un payaso psicópata.