Serendipia (Fanfic elrubius)

Sentimientos contradictorios (P1)

PARTE 1.

–En serio, no me apetece ver uno de mis antiguos vídeos.

–Oh… Venga, pero es que este es muy especial. Es de mis favoritos de tus videos de terror.

– ¿Y eso por qué? Si no te gusta nada de temática de terror.

–Cierto, porque soy una vagina y tú también.

–Sí, pero igualmente soy muy macho y me atrevo igualmente a ver películas y jugar videojuegos.

–Cállate y déjame enseñarte el vídeo por favor.

Le puse ojitos como pude, realmente me salía sin querer la carita de cachorrito y cuando realmente lo conseguía, sí que funcionaba. Otras veces decían que mis caras de cachorrito eran más bien de “retrasada” que de adorable.

Creía ver que esta vez había funcionado, ya que había resoplado, para después dejarse caer en el sofá de nuevo. Se había incorporado dispuesto a irse a su cuarto, pero finalmente se quedó a mi lado. Sonreí en grande, como una niña, y me moví por el sofá con las rodillas. Cuando llegué a su lado, me dejé caer en medio de sus piernas mientras él las abría. Me encantaba sentarme así con él, no a su lado. Él estiró una pierna hasta apoyarla en la mesita del salón y la otra la flexionó, reposando el pie en el suelo.

Me hice una bolita y acabé con su IPhone “no se qué número” entre mis manos. Rubén colocó uno de sus brazos rodeándome el vientre y el otro lo apoyó en el respaldo del sofá.

–Bien ¿cuál se supone que es tu vídeo favorito? –hizo comillas con los dedos del brazo libre

–“Dreadout” –sonreí.

– ¿En serio? Otra vez japonesas de pelo largo no por favor…

–Bueno, pero si en el vídeo disfrutas con el personaje que tú eres y mucho.

–Por qué realmente están muy buenas las japonesas.

–Cállate y mira –solté fría.

No sé porqué realmente reaccioné así, pero no me gustaba que me hablara de otras tías, y menos si son las que realmente le gustan. Me sentía violenta ya que yo no era ninguna japonesa tetuda y…  Bueno, que da igual.

No sé como reaccionó a mi comentario, pero se quedó callado y creí saber que miraba la pantalla. Finalmente puse el vídeo, el principio del todo ya era suficiente para mí darle a comprender que quería hacer con ello. Aparecía Rubén en su pequeña pantallita empezando con un orgasmo raro y después soltando sonidos de vieja maruja, cuando de repente soltó:

“Oh, oh Maricarmen”.

Y comenzó a reírse. Él se empezó a reír y yo le miré de reojo sonriente. Iba a decir algo, pero le tapé la boca con una mano, echando el brazo izquierdo hacia atrás y así colocándome de perfil a él para seguir viendo el vídeo. Empezó a explicar de que iba el juego y bla,bla. Entonces al fin,  ya salió la protagonista. La japonesa se encontraba dormida y Rubén no paraba de ponerse perro con ella. Cuando entonces dijo:

“Oh, que buena que estoy. Carmen… Que buena que estás Carmen”.

Nos empezamos a reír los dos y me estrechó contra él, colocando su cabeza en mi brazo, ya que con el brazo que le tapaba la boca, acabó rodeando su cuello para abrazarle. Seguimos viendo el vídeo y me empecé a reír cuando se asustó viendo a la mujer reflejada en el móvil de la japonesa. Él siguió hacia fuera y después de que la protagonista pareciera dolerle la cabeza, Rubén rápidamente dijo:

“Linda Melinda o Carmen, ¿cómo quieres que te llame, cariño?”.

–Ahora comprendo porqué es tu vídeo favorito.