➵I have the control➵

👑Me as the queen👑

—No es tiempo para estúpidos juegos de palabras, Natasha, estoy hablando en serio. Fury ya me ha dicho la misma oración, sin sentido, antes. 

—¿Sientes dolor, Clint? —ignoró, por completo y nuevamente, la respuesta contraria. Con el tiempo había notado que jamás lograría convencer a Barton, solo necesitaba hacerlo entrar en razón, aunque no compartiesen la misma razón precisamente.

—Me duele la simple acción de hablar, y tú no me ayudas a la hora de evitar que me queje. —se rindió él, soltando aquellas palabras como si se tratase de alguna clase de berrinche. 

—No me refiero únicamente a dolor físico, sino a dolor emocional —aclaró, con calma, la espía recostada a su lado. Había volteado lo suficiente como para poder verlo de perfil, sin que resultase invasivo. 

—El dolor emocional fue lo que me condujo al dolor físico, ¿no lo has notado ya? 

Volteó a verla durante una milésima de segundo y, en ese tan breve lapso de tiempo, pudo verse reflejado en los ojos verdes contrarios. 

Detestó la imagen que estos le devolvieron, alguien tan destrozado, desesperanzado.

—¿Qué es lo que te duele, Clint, por qué hiciste lo que hiciste? —preguntó con suavidad, tomándolo por el mentón para forzarlo a que la viera nuevamente a los ojos.

—¿Me estas psicoanalizando, Tasha? ¿Por qué diablos haces tantas preguntas? —gruñó con molestia, intentando soltarse de su agarre.

—Solo quiero que respondas, ¿puedes hacerlo? —insistió, negándose a soltar su rostro —quiero ayudarte a que entiendas que existe más de una respuesta, más de una salida, para un mismo acontecimiento o inconveniente. Quiero ayudarte a que seas capaz de ver más allá de tu punto de vista.

—Natasha... —suspiró, derrotado, desistiendo de su intento anterior por liberarse de su mano contra su barbilla. 

—Dime qué ves, Clint.

—Solo me veo a mi mismo reflejado en tus ojos.

—Se más especifico, Barton, ¿qué ves de ti mismo?

—Veo a un idiota derrotado, roto, incapaz de salir adelante. Veo a alguien que no encuentra salida, no encuentra manera de perdonarse y volver a ser feliz. Veo la viva imagen del fracaso, de la decepción y el odio hacía uno mismo. Veo todo aquello que, años atrás, tanto me esforcé por dejar de ser. Me convertí en aquella persona de la que Coulson me había rescatado: la peor versión de mi mismo. 

—Ahora quiero que veas mucho más allá de todo eso que mencionaste. 

—¿Qué? No entiendo a qué te refieres exactamente.

—Tú mismo lo has dicho, Clint, solo piensa un poco la situación.

—Sabes que no se me da bien aquella tarea de pensar —se quejó el rubio, un puchero pintando sus facciones. Natasha sonrió.

—Dijiste que te veías reflejado en mis ojos —el contrario asintió —que te ves a ti mismo como alguien derrotado.

—¿Y cuál es el punto de todo esto? No comprendo a dónde intentas llegar.

—A que, literalmente, estas viendo mis ojos, Clint. A que, si realmente lograras verme a mi, entonces serías capaz de notar la forma en la que yo te veo. Si realmente me vieras a mi, entonces no hablarías sobre ti de aquella forma tan negativa. Pues yo no te veo como un fracaso.

—Ese es el problema, Natasha, hace tiempo que he dejado de ver a las personas. Únicamente me veo a mi reflejado en ellas y, sea verdad o no, solo veo odio emanando de sus ojos. Odio hacía mi. Todos me detestan, desearían que yo hubiese muerto en lugar de las decenas de inocentes agentes de SHIELD que asesiné a sangre fría. En lugar de las miles de personas que no pudimos salvar durante el ataque que yo mismo le facilité a Loki. Todo es culpa mía, Natasha, y todos lo saben.