𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 1 ; 𝕽𝖞𝖔𝖒𝖎

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―Y así es como pasó ―sonrió Jin, después de haber estado una hora explicándole al individuo frente a nosotros cómo es que llegó aquí ―. Así es como llegaste. Dime, ¿cómo sientes tu cuerpo? 

El chico frente a nosotros miró por toda la habitación, temblando como una gallina. Patético. Suspiré con aburrimiento. 

―Oye, a ti te recuerdo, eres la chica que me dijo sobre el dedo de Bum, biom...

―Beom ―le corregí. 

―¿Por qué es que, aún sabiendo que Beom era peligroso, ingeriste su cuerpo? ―le preguntó Jin con una mano sobre su mentón, pensativo.

―Ella lo dijo: tenía que ser fuerte para matar al demonio que estaba comiéndose a mis amigos ―explicó él, como si fuera lógico. Pero, ¿es que él siquiera era un humano normal? ―. ¿Cómo están mis amigos? ¿Están bien? 

Jin asintió ―. Ellos están bien, recuperándose. Pronto podrás verlos, si es que aceptas la oferta que voy a darte. 

Los ojos del sujeto miraron hacia donde me encontraba por un segundo, como si me estuviera preguntando qué pensaba acerca de esto. ¿De verdad es que él creía que yo pudiera ayudarle en algo? Si por mí fuera, ya lo habría exorcizado, si sobrevive sería algo bueno. Pero yo no podría garantizar nada. 

―¿Cuál es la oferta? 

―Los viejos del consejo son unas personas difíciles de hacer entrar en razón, pero les he convencido para decirles que, el hecho de que hayas sobrevivido y peleado contra el demonio de la escuela aún cuando ingeriste el dedo de Beom, significa que puedes ser un buen recipiente ―comenzó a explicarle Jin con una sonrisa en los labios ―. Les he convencido para que aplacen tu muerte hasta entonces. Si aceptas, estarás bajo nuestro cuidado, claro. Vivirás en la academía y aprenderás a ser un brujo hechicero. 

―Si la acepto, ¿me asegurarán de que ellos estarán bien? 

Seokjin se levantó de la silla, solo para mirarme por un segundo, dándome la señal que estaba esperando. Asentí, entendiéndolo. Debía prepararme. 

―Claro ―asintió el mayor ―. Entonces, ¿aceptas? 

―Por supuesto. 

Una sonrisa satisfactoria apareció en los labios del profesor Jin. Él me dio la señal y yo me acerqué a las ataduras que tenía el sujeto para quitarlas. Sentí su mirada en todo momento, pero lo ignoré. 

―Ay, qué dolor ―dijo el sujeto mientras se daba masajes en las muñecas que habían sido aprisionadas por un tiempo, no lo culpaba, Jin a veces no se medía con las cosas. 

―Ven, que te voy explicando en el camino ―señaló el mayor mientras se acercaba al sujeto para quitarle un poco de tierra de su hombro, tenía su torso desnudo aún, luego de que Beom le haya roto la camisa del uniforme ―. Oye, ¿no trajimos una chaqueta para Jungkookie? 

Asentí, mientras cogía la chaqueta que estaba en mi bolso, se la lancé. Él apenas la cogió, Jin le dio la señal para que continuasen caminando. La habitación de seguridad se encontraba al otro lado del instituto. Una caminata un tanto larga, pero a la que ya estaba acostumbrada, no puedo dejar de pensar de cuántas veces, de niña, yo me encontraba caminando por todo este lugar. Podría decir que, para muchos era un laberinto, pero no para mí. 

―¿Qué es este lugar? ―preguntó el recipiente. 

―La escuela Mabeob, especilizada en brujería y demonios de Seúl ―explicó el mayor con tranquilidad, cualquiera lo diría con orgullo, pero Jin no, él solo lo hacía como si hablara de la cosa más aburrida del mundo ―. Aunque tengo que decir que nosotros somos los mejores. 

Eyes don't lie | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora