Capítulo 4

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Estaba por anochecer y las luces de la pequeña cabaña solitaria sobre la colina comenzaban a encenderse tenuemente, poco movimiento se reflejaba en su interior, salvo por la silueta de un joven que en ese momento entraba al dormitorio con una charola de comida y un vaso con agua.

Dentro del dormitorio, una pelirroja comenzaba a recuperar el conocimiento puesto que comenzó a moverse y murmurar cosas.

-¿Tenias que dormirme idiota? recuerda que estoy embarazada - dijo una furiosa Ginny Weasley apenas desperto

- Era la única manera de traerte aqui sin levantar sospechas- hablo el rubio dandole un vaso con agua- recuerda que soy de los pocos mortifagos que saben de tu doble vida querida- añadió

- Es tan extraño que ni siquiera tu tan inteligente esposa se haya dado cuenta de mi verdadera función en todo esto- dijo la muchacha poniendose de pie acercandose al rubio provocativamente- ¿no se supone que es la bruja más inteligente de nuestra generación?-

- Deja en paz a mi esposa Ginevra, ella nada tiene que ver en esta conversación- dijo Draco molesto apartando a la pelirroja

- No se que pudiste ver en ella... - dijo Ginny con desprecio cruzando los brazos- no es mas que una sabelotodo insufrible que se cree superior al resto

- Ella no se cree superior a nadie, ES superior a todos y a todas- dijo el muchacho arrastrando las palabras, casi como un susurro amenazador- y te lo advierto Weasley, no vuelvas a hablar asi de ella en frente de mi o sufriras las consecuencias-

- ¿Y que me haras? ¿Asesinarme?, no te tengo miedo Draco Malfoy- dijo Ginny mirando directamente al rubio sin siquiera inmutarse- sabes tan bien como yo que soy la única que puede ayudar o no a tu mujercita a cumplir su misión, sin mi ayuda su cometido es nada- añadio

- Solo sirves para revolcarte con Potter, no te sientas tan importante-

- Sabes muy bien el efecto que puede tener en los hombres una buena cogida- hablo la muchacha casi con orgullo- ¿O crees que Potter decidió solo compartir con ella el contenido de la dichosa profecía?, sino hubiese sido porque yo le sugerí a Potter que ya era momento que comenzara a confiar en sus amigos, tu mujer aún estaria sufriendo por los «Crucios» del Señor Tenebroso- añadio con soberbia enarcando una ceja mientras disfrutaba como la cara del rubio se transformaba

- ¿Te sientes muy segura? Sabes tan bien como yo que podria asesinarte ahora mismo y nadie extrañaria tu presencia, puede que seas la hija de mi tia Bella, pero bien sabes que hasta a ella le importa mas la vida de Hermione que la tuya- dijo Draco acercandose a la pelirroja poniendo su varita en el cuello de la muchacha

- Mi madre me odia y yo la odio a ella, eso no es ningún secreto- contestó Ginny sin siquiera inmutarse ante la amenaza de Draco- además... - dijo la muchacha pero no pudo seguir hablando ya que a lo lejos escucharon las voces de los mortifagos que Draco habia enviado al pueblo a buscar provisiones- Al estilo muggle para no levantar sospechas- les habia dicho, por lo que no se atrevieron a contradecir al rubio.

- "Incarcerous"- dijo Draco rápidamente atando a la pelirroja de pies y manos- recuestate ahí y finge estar dormida aún- añadió saliendo de la habitación mientras la muchacha hacia lo que le ordenaban.
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- No se como estos asquerosos muggles pueden vivir así, tuvimos que caminar horas para poder conseguir algo de comida decente- hablo el mortifago mientras depositaba las bolsas sobre la precaria mesa- ¿Sigue inconsiente la pobretona? - preguntó yendo hacia la puerta del dormitorio donde "dormía" la pelirroja.

- Si, sigue inconsiente asi que no la molestes- dijo Draco cerrándole el paso- no quiero que despierte y empiece con su llanto de mandrágora suplicando que la liberemos.

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