Apariencias

Capítulo 21

Los pasillos de Azkaban era helados y sumamente tétricos, el frío que ahí se sentía te calaba los huesos y los gritos de los prisioneros te llenaban los oídos, pero a Draco Malfoy nada de eso le importaba.

No le importaba estar caminando por Azkaban, no le importaba que los estúpidos aurors que los custodiaban le susurraran burlas al oido, él solo tenia una cosa en mente: Matar a la pelirroja

— Mira muy bien a tu alrededor Malfoy— decía uno de los aurores que lo conducían a su celda— este será el paisaje que veras durante 25 años— añadió con burla mientras su compañero solo sonreia

— Siempre supe que las personas como tu terminarían encerradas— replicaba el otro mientras con un movimiento sutil de su varita apretaba aún más las esposas del rubio solo por diversión

— ¿Acaso te comieron la lengua?— dijo con sorna mientras seguía apretando las esposas, esperando que Draco emitiera algún sonido de queja, pero como buen Malfoy, su orgullo no le permitió quejarse aunque las esposas ya comenzaban a cortarle la circulación en las muñecas.

— Aquí es— señalo una puerta blindada el auror, mientras el otro sacaba su varita y levantaba el hechizo que rodeaba la celda— Disfruta tu nuevo hogar— añadió mientras lo empujaban dentro de la celda y la sellaban entre carcajadas.

En cuanto los Aurores se fueron, sintió como las esposas mágicas se desvanecían y pudo comprobar que unas leves marcas rojas rodeaban sus muñecas producto del fuerte agarre.

— Vaya vaya ¿Que tenemos aqui?— dijo una voz a sus espaldas— Al fin el gran Draco Malfoy se ha ganado un boleto de ida directo a Azkaban... bienvenido a mi celda compañero— añadió y Draco no tuvo mas remedio que cerrar los ojos y esperar a despertar de aquella pesadilla.
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—¡¿Porque demonios Aaron tarda tanto?! ¡tenemos que rescatar a Draco de Azkaban!— exclamaba una Hermione muy exaltada mientras caminaba de un lado al otro por el salón de la mansión como si fuera una leona.

— Como si te importara lo que a Draco le ocurriera— dijo Alhena con molestia mientras se servia una copa

— ¡Alhena...!— la reprendió Altais mirando a su hermana, la cual solo rodó los ojos y bufó.

— ¿Se puede saber cual es tu problema conmigo Malfoy?— pregunto molesta la castaña mientras se acercaba a la rubia, la que no le quitaba la mirada.

— ¿En verdad quieres saberlo?— repuso Alhena alzando una ceja mientras la castaña afirmaba— No te creo nada— dijo sin quitarle la vista de encima a Hermione— Creo que tú solo estas aquí para perjudicarnos... tantos años entre los traidores te cambiaron Yaxley—

— Nunca... nunca vuelvas a dudar de mi lealtad Alhena Malfoy— dijo Hermione arrastrando las palabras mientras le clavaba la varita en el cuello a la joven, la cual no le quitaba la mirada de encima—

— Será mejor tranquilizarnos que así no lograremos sacar a Draco de Azkaban— repuso Altais acercándose a la castaña— Pelear entre nosotros solo hará que nos retrasemos—

— Altais tiene razón Hermione— dijo Aaron entrando al salón— Baja esa varita— añadió cuando vio que Hermione aún tenia su varita en el cuello de la rubia—

— ¿Que sucedió Aaron? ¿Que averiguaste?— preguntó Altais

— Nada bueno...—
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Apareció el pequeño Potter.

Desde hace días que la noticia que el pequeño James había aparecido ha remecido a nuestra comunidad.