Capítulo 7

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Tres días habían pasado desde que las dos personas más buscadas del mundo mágico habían aparecido en medio de San Mungo y la conmoción por aquel hecho aún no había disminuido, al contrario, las constantes entradas y salidas de aurors, funcionarios ministeriales y hasta la visita del mismísimo ministro de magia habían logrado que la prensa prácticamente formara un campamento a las afueras del hospital a la espera de obtener alguna primicia.

"... aunque ahora lo más preocupante es la salud de Ginevra Weasley, la cual nuestras fuentes aseguran que tendría cinco meses de dulce espera; motivo por el cual habría sido secuestrada por los seguidores de Quien ustedes ya saben..." se podía leer en uno de los reportajes que "El Profeta" había publicado en su edición matutina.

Ajena a todo este alboroto, una tranquila Ginny Weasley estaba en su habitación de hospital con una bandeja de comida en frente escuchando como Harry en compañía de un funcionario ministerial terminaban de escribir su declaración

- ... fue entonces cuando Malfoy pudo sacarme de la cabaña y aparecernos en San Mungo- dijo la pelirroja llevándose un trozo de fruta a la boca.

- Pero entonces ¿como el señor Malfoy pudo salir de su celda antes de liberarla a usted? - preguntó el funcionario ministerial

- Eso no puedo decírselo a cabalidad, yo ya estaba con fuertes contracciones a causa de los hechizos que esos malditos me lanzaron y solo sé que Draco pudo liberarse de las cuerdas muggles con que nos ataron y salir de su celda en busca de su varita prometiendo que volvería por mi... veinte minutos después lo vi llegar muy mal herido y como pudo logró abrir la puerta de mi celda y fue así como escapamos- explicó Ginny seriamente- señor Thompson, de no ser por Draco yo no estaría viva hablando con usted en este momento, estoy en deuda con él- añadió mientras de sus ojos brotaban lágrimas

- Calma corazón- se acercó el moreno a la muchacha- lo más importante es que ahora tú y nuestro hijo están sanos y salvos-

- Lo sé cariño, pero no puedo dejar de pensar en que habría sido de mi y de nuestro bebé si Draco no hubiese estado ahí para ayudarnos- dijo la pelirroja hundiendo su rostro en el pecho del moreno mojando su camisa a causa de las lágrimas.

- ¿Recuerda algo más luego que fue secuestrada en su departamento de Vancouver srta. Weasley?- el funcionario ministerial siguió con el interrogatorio.

- No sr. Thompson, los mortífagos que me tenían cautiva se preocupaban de darme una dosis semanal de "Obliviate" por lo que solo recuerdo haber estado en mi departamento en Vancouver aquella noche- le explicó- y lo siguiente que recuerdo es haberme despertado en una diminuta celda, el día que nos escapamos nos lanzarían el hechizo nuevamente pero usted ya sabe el resto sr. Thompson-

- Esta bien srta. Weasley es todo por ahora- dijo el sr. Thompson poniéndose de pie- si necesita cualquier otra cosa no dude en pedírmela

- Gracias por su ayuda- dijo Harry dándole un apretón de manos a modo de despedida y acompañándolo hasta la puerta.

- Amor, ¿sabes como esta Draco?- preguntó la pelirroja mientras Harry tomaba asiento en un sillón que estaba a un costado de la muchacha

- Hermione me informó esta mañana que Malfoy ha evolucionado favorablemente al tratamiento y pronto será dado de alta- respondió el muchacho tomando el periódico que descansaba en la mesa de noche

- En cuanto me permitan salir de aquí me gustaría darle las gracias, sin él no estaría aquí- dijo Ginny con simpleza

- No lo sé cariño, hay muchas cosas que aquí no cuadran del todo- repuso Harry con el ceño fruncido dejando el periódico de lada- Pero tienes razón, debemos ir y darle las gracias por ayudarte- añadió cuando vio que la pelirroja iba a replicar.

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