Capítulo 9

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6 de abril de 2012

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6 de abril de 2012. Madrid.

—Te escucho atentamente —indica el pelinegro, feliz porque por fin va a saber aquello que ha estado rondando en su cabeza toda la tarde.

—No, la profesora de matemáticas y yo no estamos liados, ni nada de eso. Pero podría decirse que es parte de mi familia. Aunque no de forma directa. Es la pareja de mi padre.

—¿Desde cuándo?

—Desde hace un año, cuando me mudé aquí. Si tú nunca la has visto por aquí es porque siempre salía cuando venía gente de clase a casa. No quería que en el instituto se supiera.

Mario sospechaba algo como esto. Cuando eran amigos, solían quedar en la casa de Mario. No muchas veces han sido las que Mario ha ido allí. De hecho, Brian siempre ponía excusas para que no fuera. Pero jamás se imaginó que su profesora de matemáticas era la pareja de su padre.

—El hombre que viste hoy es su hijo. Se llama David. Podríamos decir que es mi hermanastro. Jeff es el único que lo sabe —otro dato que tampoco se esperaba. La cosa se está poniendo difícil—. Y, con respecto a la promesa que hice, fue a la profesora, y era que jamás contaría quién es David realmente.

—¿Quién es realmente?

—No debería contártelo —suspira—, pero supongo no tengo otra opción. Mi hermanastro es... Es un criminal —responde avergonzado, y también temeroso. Nunca se lo había contado a nadie después de habérselo prometido a Claudia, la profesora de matemáticas. Siente como si estuviera cometiendo un delito.

—¿Qué? ¿Un criminal?

—¿Te acuerdas del robo asesinato de hace siete años en Zaragoza? Fue él. Salió en todos los telediarios y periódicos. Robó treinta mil euros que estaban en un apartamento sin ningún tipo de protección. Uno de los vecinos le vio y denunció el robo. Tres policías vinieron a detenerle, pero vio una pistola junto al dinero y no dudó en apretar el gatillo contra los tres.

—No lo recuerdo. Era muy pequeño.

—Lo peor es que la historia es aún más larga. Si yo te contara por qué tomó la decisión de hacer ese robo...

—Soy todo oídos.

—La profesora de matemáticas antes de estar con mi padre estuvo casada. Su exmarido era cirujano, y un día perdió a un paciente en un trasplante de corazón. La familia del enfermo lo demandó por negligencia médica, y finalmente se declaró que tenía que pagarles quince mil euros. Es por eso por lo que su hijo robó el dinero de ahí. Lo necesitaban urgentemente; no tenían tal cantidad como para soltarla así porque sí. La profesora, de algún modo, también estuvo involucrada en el robo, porque fue ella la que lo organizó —¿la profesora de matemáticas organizó el robo? ¿Por qué lo hizo?

—Todo esto pinta mal. ¿Qué pasó luego?

—David le entregó el dinero a su madre y pagó la denuncia. Su exmarido no pudo asimilar la situación. No sabía de dónde había salido tanto dinero en tan poco tiempo, pues venían de una familia humilde. Le preguntaba todos los días por el dinero, pero siempre se negaba a contárselo. Así que ya te puedes imaginar lo que pensó su exmarido: que ese dinero, era dinero sucio. Y tenía razón. Comenzaron a discutir prácticamente a diario. Peleaban, gritaban sin parar, todo el día, todos los días. Y un día ella se marchó de casa y no volvió más.

—Qué triste. Pero era obvio, yo también sospecharía. ¿Y cómo llegó la profesora a tu padre?

—Antes debes saber qué es lo que pasó cuando mis padres se divorciaron. Fue hace una década, cuando yo solo tenía tres años. Mi padre era alcohólico. Todos los días venía borracho a casa, lo que hacía que discutiese siempre con mi madre. No te puedes ni imaginar lo que yo lloraba cuando se peleaban. Me acuerdo perfectamente, a pesar de lo pequeño que era. Entre una cosa y otra, mi madre pidió el divorcio, y ella ahora mismo está viviendo en Francia. Voy a verla siempre en Navidad y en verano. Mi padre ha tenido muchas parejas desde entonces. ¿Y sabes qué? A todas les hacía lo mismo. Y siempre con el alcohol. Encontraba pareja, se emborrachaba todas las noches y lo dejaban. Y así durante diez años. Cambié tantas veces de ciudad que a veces hasta me pregunto en qué ciudad nací.

—Todo esto te causaría muchos traumas...

—Sí. Especialmente este último cambio. No podía creer que estaba compartiendo casa con un asesino.

—Comprendo. ¿Y cómo se conocieron?

—Su anterior pareja era cordobesa, por lo que vivíamos en Córdoba. Allí fue donde se conocieron, en una fiesta, o algo así me contó él. Me suena que era en una especie de feria que se celebra en Córdoba. Siguieron conociéndose, se enamoraron y decidieron irse a vivir juntos a Madrid. Otra mudanza más. Ya he perdido la cuenta de cuántas veces me he mudado. Todo esto me ha llevado a ser una persona totalmente diferente a la que he sido siempre. Por eso sé que nunca imaginaste que llegaríamos al punto en el que estamos ahora cuando me conociste. Mario, quiero que entiendas mi situación. Mis traumas, David haciéndome esto, mi desesperación, la pérdida de nuestra amistad... No puedo soportarlo, Mario. Tengo que soltarlo de alguna forma. Sé que no es la manera ideal, pero tío, entiéndeme. Yo también lo sufro en casa, y lo peor es que la profesora lo sabe, pero no hace nada al respecto. Así que imagínate cómo es y ha sido mi vida. No sé quién es nadie. No sé ni quién soy yo. Pienso que estoy encerrado dentro de una burbuja negra de tristeza, miedo y traumas. No puedo, Mario. No puedo más.

Mario jamás se imaginó que Brian tuvo que pasar por todas esas cosas tan horribles. Ahora lo entiende todo. Aún no logra comprender por qué él es el que tiene que pagar todos sus traumas. Brian tiene más amigos en el instituto, pero nadie ha sido tan importante para él como lo ha sido Mario. Es algo que nunca entenderá. Pero lo entiende, al fin y al cabo. Aunque le cueste.

—Perdóname, Mario. Lo siento muchísimo, en serio. Me arrepiento tanto de todas las cosas que te he hecho estos últimos meses...

Mario y Brian se dan un abrazo eterno y el rubio se echa a llorar.

Esta historia le ha hecho pensar. Todos tienen problemas, incluso el mismo agresor.

Todo parece tener sentido, pero no debería cantar victoria. Aún quedan muchos cabos por atar. Y no será la última vez que escuche hablar de ese robo asesinato tan curioso. 

¿Por qué a mí? (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora