𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐫𝐨 | simon riley

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐯𝐢

𝔔𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔰𝔢 𝔞𝔱𝔯𝔢𝔳𝔢, 𝔤𝔞𝔫𝔞.

30 10 2022

Harper "Espectro" Stevens - TF-141, Los Vaqueros, Shadow Company

Las Almas, México

1253 hrs (UTC-6)

Los cinco militares de fuerzas especiales fueron arrastrados río abajo, el agua enfriando sus huesos a medida que nadaban, pese a los ardientes rayos del sol que daban sobre sus cabezas. 

Harper tomó una bocanada de aire mientras flotaba dejándose llevar por la corriente. Estaba viva, con sus músculos rígidos y su peso dificultándole la tarea de nadar, pero viva. Su pecho dolía, justo donde Ghost la había empujado, pero no iba a decir nada. Al menos no por el momento.

El Ejército Mexicano seguía tras ellos, solo tenía que resistir un poco más.

Mientras Ghost y Alejandro se gritaban entre ellos, Soap se acercó a la muchacha jalando de su chaleco hacia arriba, ayudándola para que se mantuviera a flote.

—Sigue el ritmo, jefa —Comentó sonriente, con cierto deje burlón —. Si no la haces de esta viva, olvídate de esos veinte euros.

Harper soltó una risa que fue ahogada cuando las pequeñas olas golpearon su rostro, cerró su boca evitando que el agua entrara en sus pulmones. Volvió a sacar su cabeza a la superficie encontrándose con el rostro húmedo de su compañero, sus pestañas mojadas y sus ojos zarcos de un color intenso.

—No tienes tanta suerte —Extendió sus brazos nadando hacia adelante —... Dejé mi cartera en casa y necesito ese dinero para una maldita cerveza.

Soap sonrió de lado negando y avanzando junto a la muchacha. 

El puente estaba frente a ellos, era una arquitectura simple de tipo armadura compuesta de vigas entrecruzadas, el río continuaba bajo la edificación y no parecía terminar nunca. Una gran montaña se alzaba detrás, pero la naturaleza se vio allanada por los contrastes antropológicos de unos vehículos armados hasta los dientes.

—¡Abran fuego, amigos!

Harper sabía que tenía opciones muy limitadas, no se arriesgaría a sacar un cartucho y que se lo llevara el agua mientras lo hacía. Además, su rifle tenía menos de cinco balas según calculaba.

Ah, pero tenía su pistola; Una belleza de P99 esperando a ser usada. 

Debajo del agua tanteó a su costado sacando la pistola semiautomática y tomó cubierta tras una piedra grande en medio del río. Las balas pasaban rozando peligrosamente sus cabezas desprotegidas, pero ni la Fuerza Operativa, ni el Coronel, se dieron por vencidos. Correspondieron fuego con todo lo que tenían.

—¡Este es Shadow-1! —Una voz alegre, casi emocionada sonó por los audífonos de Harper —¡Comprometiendo el puente al norte de su posición! ¡Peligro cerca!

—¿Quién demonios es ese? —Indagó a gritos Vargas arrugando sus espesas cejas.

—¡Uno de los gringos! —Harper respondió desde su posición escudandose de los disparos tras la roca.