𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐫𝐨 | simon riley

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐱𝐯𝐢

𝔔𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔰𝔢 𝔞𝔱𝔯𝔢𝔳𝔢, 𝔤𝔞𝔫𝔞.

03 11 2022

Harper "Espectro" Stevens - TF-141

Las Almas, México

0046 hrs (UTC-6)

—¿Vieron el perro enjaulado?

—Gran vejestorio —Dejó salir el inglés en un bufido.

Harper recordaba el perrito que habían visto, un precioso pastor alemán adulto de pelaje oscuro, al que se vio regañada por Ghost cuando quiso acercarse a liberarlo, en palabras de la muchacha lo iba a "adoptar", en palabras, no muy amistosas, del hombre "eres tú o el perro en esa jaula".

—El burro hablando de orejas.

—Eso no tiene sentido —Gruñó abriendo una puerta y buscó el botón de su PTT —. Si ladra disparale y reposiciónate rápido. No te comprometas.

—Eres frío como piedra, Lt.

La agente entró después, escuchando al pelinegro hablar del otro lado de la línea, ojeando rápidamente la habitación y bajando su cuchillo al ver a Ghost de pie con una mano en la cadera y la otra en su chaleco, mirándola con fijeza.

Llevaba unos pantalones claros que no le quedaban nada mal, junto a una sudadera negra que ella no había notado hasta ese momento.

—¿Qué tiene dos patas y sangra?

A diferencia de su cruda broma, el tono de voz de Ghost era ameno, seguía estando monótono y sin muchos cambios de octava, pero se notaba a leguas que estaba disfrutando la situación.

—Dígame que usted no acaba de... —Harper bajó sus hombros al borde de arrancarse el cabello con sus manos y lo señaló con la hoja de su cuchillo, ignorando el dolor en su piel al estirarla.

—No me digas —Se escuchó por sus auriculares al instante.

La chica concordó con Soap por primera vez en su vida, apoyaba aquella petición y esperaba que el europeo mancuniano mantuviera el pico cerrado.

—Medio perro.

Harper gimoteó ahogando un sollozo falso y levantó desganada su dedo medio hacia su superior que solo se encogió de hombros con simpleza.

—Te dije que no me dijeras.

No hubo reacción por parte del sujeto, ¿estaba vivo por dentro o solo tenía un extraño sentido del humor?

—Sácame de aquí, Soap —Pidió en voz baja la rubia pelirroja presionando el botón para hablar —. Por favor, o moriré y no creo que sea por los gringos. Y estará en sus putas conciencias porque cometeré suicidio.

O Ghost me matará, cualquiera de las dos.

Pasaron algunos segundos en los que Espectro ignoró la presencia de su superior, dirigiéndose a un extremo de la habitación.

—Ya no estoy tan celoso, vaya compañero te tocó. Si yo estuviera ahí la estarías pasando mejor, Shortcake.

Las voces de algunos estadounidenses llegaban a sus oídos, los Shadows estaban en las calles vigilando y no parecía que se fueran a rendir pronto. Eran como cucarachas, se multiplicaban a cada minuto.

—Tomaré tu palabra —Anunció Harper en voz baja antes de fruncir su ceño y esta vez dirigirse a Ghost, señalando con su cabeza fuera de la ventana —. Estamos cerca.