Aquellas expresiones en sus amigos tras haber cometido tal crimen.... Sinceramente, no sentía nada por el cadáver que había dejado caer al suelo como saco de carne, después de todo, fue el culpable de arruinar el futuro que había soñado con la persona que más amaba. Sin embargo, el mostrarles esta faceta a ellos, y a sabiendas de que no había vuelta atrás... solo le quedaba una cosa por hacer.
- ... Siempre serán mis amigos... no lo olvidaré... -les dijo aquella voz que, a pesar de distorsionada, sonaba calmada y nostálgica; y hasta casi que se podía percibir una sonrisa triste dado su tono nostálgico, una emoción que no se podría reflejar claramente en aquel rostro carente de rasgos.
Aisló los gritos y las amenazas de los profesores que comenzaron a rodearle, quedando en su campo visual, únicamente, las expresiones atónitas de quienes le importaban, e incluso Kenny negando ligeramente sin poder hablar, entendiendo lo que iría a hacer... Sus amigos, los únicos que parecía podría tener en esta vida y le aceptaron tal como es. Sin embargo, bien sabía que nunca más podría volver a verles con tal de no traerles más problemas, y mucho menos los asociaran con el monstruo en el que ahora se había convertido. Lo hacía por su bien y, aún así, el pecho le dolía y sentía su corazón amargo... Quería llorar por eso, no quería un adiós tan repentino... ¿por qué su último adiós tenía que ser así? Ansiaba decirles tantas cosas, pero serían demasiadas para tan poco tiempo... así que se limitó a decir las dos palabras más significativas que pudo hallar, inclinando la cabeza ligeramente hacia ellos, en señal de despedida.
- Gracias... y adiós –dijo con suavidad antes de deformarse en mil partículas, dirigiéndose lo más rápido posible hacia una de las ventanas para escapar y volverse uno con el cielo azul turquesa, dejando atrás a quienes de verdad le apreciaron y e hicieron sentir la calidez que nunca recibió en su propio hogar: su verdadera familia. Sin embargo, esperaba lo que le deparase, no fuese peor de lo que ya estaba...
Pero el destino, tan invariable de por sí, no se atiene a plegarias ni piedades.
A partir de ese día, Tweek Tweak, se convirtió en un fugitivo. Un mosntruo para la comunidad mágica que, ya temiendo amenazas tan serias como los acólitos, debía de ser aún más cautelosa con la abominación de un Glitter Wizard rondando por sus hogares... al que perseguían cual demonio y, sin saberlo, le atribuían a Tweek de los que, ni por asomo, era su autor.
Gracias a su habilidad innata, logró pasar desapercibido en su huida y captura, mas esto solo fue al principio. Debido al uso continuo de un poder del que jamás había experimentado más allá de simples trucos justo antes de, hace apenas unos años, cesar de usar por aquella medicina, su cuerpo se debilitaba de a poco, teniendo que esconderse en lugares abandonados y sucios donde no le encontrasen para así reponer fuerzas. Sin mencionar que había usado aquella forma que el Sr. Stoley nombró: "Modo Pesadilla", lo cual le dejó secuelas... casi como si hubiese consumido parte de su vida. Sin mencionar que, tras su huida, no se llevó nada con él... ni ropa, ni comida... nada para poder subsistir.
Su plan por ahora sería alejar a sus perseguidores para así llegar hasta el único refugio que se le ocurría y podría estar al menos a salvo, aunque tuviese que recorrer kilómetros: su hogar.
A duras penas consiguió ver aquella casa de dos pisos, rústica aunque para nada descuidada, dándole un toque curioso con respecto a su forma. Un lugar no demasiado modesto (y pudiera decirse hasta algo extravagante) para el estatus de su familia: unos comerciantes y dueños de una cadena de cafeterías tanto a servicio de magos como muggles. La parte inferior, ostentaba aquel bien cuidado local con el letrero "Tweak' Bros", legado familiar por generaciones que, sorprendentemente y para ser aún horario de trabajo diurno, estaba cerrado. El segundo piso, era su hogar.
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Allegory of Madness II: CRIMSON EYES || AU R18
FanficUno a veces ha de pensar -o darse cuenta- de que los buenos momentos y las cosas que amamos, solo están allí para convertirnos en esclavos suyos. Y a ello nos aferramos como si se nos fuese a ir la vida... hasta soltar el último hálito porque eso es...