Las manos de Carol temblaban convulsas ante el contenido de la carta que ahora sostenía con fiero agarre, mientras Stuart yacía sentado con una mano en la boca, pensativo y cabizbajo. Su mujer, luego de recuperar un tanto del control de sus emociones, mira en dirección a esposo con ojos llorosos.
- Stuart... esto es... -le miró incrédula.
- ... -su esposo le vio silencioso y serio, mas en ese momento irrumpió en la habitación una tercera persona.
- Mamá, ¿ya está la cena? -irrumpe Karen para notar a su madre llorosa- Mamá, ¡¿qué pasó?! ¡¿por qué estás llorando?! -pregunta la niña preocupada. Carol se enjuaga las lágrimas, y trata de sonreírle.
- N-No es mada cariño. Estaba... picando cebollas hasta hace un momento... -se excusó esta. Karen le ve algo dudosa, mas pareció creerle puesto que su mirada reparó en la carta que sostenía.
- ¿Esa es una carta de Kenny? ¡¿Puedo leerla?! -pregunta esta acercándose emocionada.
- ¡No! -Carol evitó que tomase la carta con un movimiento brusco, algo que consternó a la niña. Viendo su reacción, esta carraspeó para sonreírle lo más tranquila posible- Es decir... después. Ahora mismo necesito que vayas a buscar a Kevin para cenar. ¿Podrías hacerlo? Luego puedes leer la carta... -le pidió esta. Karen le analizó unos momentos, mas terminó por aceptar el pedido.
- Está bien... ¡Iré a buscar a Kevin! -se fue corriendo contenta a buscar a su hermano, quien por los gritos de "¡¡Esto es Esparta!!!", supo que se hallaba a 10 minutos de allí, en casa de la vecina que tenía unos pollos de cría y Stuart alguna que otra vez robaba. Cuando estuvieron solos, Carol vio a su marido de nuevo.
- ¿Crees que es cierto...? Lo de la carta, sobre nuestro Kenny... -dijo esta.
- No -respondió Stuart suspirando cansado- Que estafe en el póker es una cosa, ¡pero el chamaco no es un ladrón! Y menos dejaría a su familia atrás sin decir nada... ¡Eso no es de él! -arroja la gorra a la mesa- Algo debió pasar... -declaró este.
- ¿E-Estará bien? -pregunta esta llorosa ante tal declaración- Dios mío, si le pasó algo, y-yo...
- Estará bien. Kenny sabe como arreglárselas solo... Siempre lo ha hecho -dijo este levantándose para tomar a su mujer por los hombros con delicadeza, buscando calmarla, y luego abrazarla. Estuvieron así un rato hasta que este le soltó- Mañana iremos allá.
- ¿Qué?
- Que mañana iremos a esa escuela del demonio -declaró este separándola y viéndole serio- No quiero una maldita carta... Quiero respuestas. Y que me las den cara a cara y se atrevan a decirme que mi chamaco es un ladrón... Para eso estoy yo en esta familia -declaró este. Su mirada enojada se suavizó un tanto- Vas a ver que todo va a salir bien -acaricia el rostro de su mujer, buscando reconfortarla- La carta quémala. Si Karen pregunta por ella, inventa algo como que la perdiste o Kevin la rompió, no sé... lo que sea -le dio una sonrisa segura- Verás que nuestro niño estará bien...
Al poco rato vino Karen arrastrando a su hermano del brazo ya que este quería volver a liderar a las gallinas hacia el mañana montando el sol y quemar Troya... cosas de él. Al final, cuando se hubo calmado, se sentaron a comer algunas sardinas enlatadas y pan recalentado... Un manjar en comparación a lo que habían estado cenando en días anteriores; sin embargo, justo cuando el padre se iba a llevar el tenedor a la boca, Carol le detuvo.
- Stuart, hay que dar las gracias antes de comer -le regañó esta. Este rodó los ojos para dejar el tenedor en el plato.
- Bien... -accedió malhumorado.
- A rezarle a Diosito, Buda, Jehová, Krishna y a Goku por el pancito -comentó Kevin ya poniéndose en posición de rezo.
- ¡Yo las quiero dar! -pidió Karen levantando la mano. Su mamá le dio una sonrisa para entonces comenzar, todos cerrando sus ojos y juntandos sus manos para rezar- Dios, gracias por poner este plato de comida en nuestra mesa y seguir cuidándonos a mi mami, mi papi, mi hermano Kevin y a mí -dijo esta- Y también, aunque no esté ahora con nosotros, te pido cuides mucho, mucho a mi hermanito Kenny en su escuela de magos, y que vuelva sano y salvo con nosotros a casa -Stuart y Carol abrieron un poco los ojos para verle tristes -También cuida mucho a Marjorie. Muchas gracias por todo, Dios. Amén.
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Allegory of Madness II: CRIMSON EYES || AU R18
FanfictionUno a veces ha de pensar -o darse cuenta- de que los buenos momentos y las cosas que amamos, solo están allí para convertirnos en esclavos suyos. Y a ello nos aferramos como si se nos fuese a ir la vida... hasta soltar el último hálito porque eso es...