⓿.❶

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No hay historia de como las cosas aquí empezaron y terminaron, aquí nadie sabe realmente nada sólo llegas, te ínstalas y esperas a que se te indiquen las reglas, por lo menos eso es lo que se supone que debemos hacer, pero realmente todos llegamos sin saber nada. Sin saber el infierno que estar aquí es.

Nadie sale.

Nadie cuerdo entra.

No es que yo esté lo suficiente loco como para terminar aquí, es que era o entrar o morir aunque aquí eso signifique prácticamente lo mismo.

Las cosas son tan simples y tan complicadas que nadie está completamente cuerdo aún si sabe que tomando una taza de té del vecino, morirá envenenado.

Aquí no se vive bien, se escuchan las alarmas de policías, ambulancias, bomberos y todas a las tres de las mañanas. Y luego encuentran una víctima de robo medio muerta. Pero nadie está sorprendido y los médicos hacen lo que tengan que hacer, la policía reporta por los radios, los bomberos apagan el fuego en el que se encendió a la víctima, y todo el mundo para su casa.

Sientes que cada día te quitan un pedazo de tu vida, pero eso fue lo que nos tocó vivir a nosotros, los del Norte.

Quisiéramos vivir lo que ellos, pero todos sabemos por que nadie pone un pie en el asfalto de los de abajo. 

Nadie dice nada.

Todos saben todo.

Esas son las reglas y siempre serán así. Nadie las rompe y todos felices, no, no felices, tranquilos. 

Todos sabemos lo qué hay que hacer, y nadie, nadie dice una sola palabra fuera de lugar.




Ojalá eso me hubieran dicho antes de entrar en su casa.

𝘔𝘢𝘤𝘢𝘳𝘳𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘳𝘪𝘴𝘵𝘰𝘤𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢 ⋆ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora