Capitulo 4

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Wanda llevaba varios días en la celda inhibidora, conectada a unos aparatos para verificar sus signos vitales, y constantemente Stephen le administraba suero vía intravenosa para mantenerla estable. El deterioro se detuvo, pero aun asi la chica no mostraba mejoría.

América pasaba la mayor parte de su tiempo en ese lugar, ya sea hablándole a la mujer y leyéndole, o simplemente haciendo su tarea o practicando con el anillo de honda sentada en un pequeño sillón junto a su camilla para hacerle compañía. Un dia incluso llegó a quedarse dormida ahí, y Stephen tuvo que ir por ella para llevarla a su habitación.

En esa ocasión, América se fue a dormir más temprano y Stephen se quedó en la celda con Wanda. Le había pedido a Bucky que le trajera un café para mantenerse despierto.

-Aqui está-Le entregó la taza luego de unos minutos en la cocina.

-Gracias-Estaba por irse, cuando el hechicero lo detuvo-Oye-Llamó su atención-Eh... James, ¿Verdad?

-Si.

-Clint volvió hace rato, y... Vino con alguien.

-¿Con quién?

-Es mejor que lo veas tu mismo. La hice pasar, está en la biblioteca.

-Ok-Asintió-Gracias.

[...]

Si no fuera por que el mago le indicó por donde ir, seguramente se habría perdido en el inmenso santuario, apenas se había tomado el tiempo de salir de su habitación y conocerlo. Era la primera vez que lo exploraba tan a fondo.

Llegó a la biblioteca y, tal y como le dijo, ahi había alguien esperando, una mujer, sentada en un sofá de espaldas a el.

-Buenas noches-Dijo para captar su atención-¿En qué la puedo ayud-?

-¿Bucky?-La mujer inmediatamente se levantó de su asiento y dió media vuelta para que el pudiera ver su rostro.

El castaño entonces se dió cuenta de a quien tenía a tan solo unos metros; Yelena, su gran amor, la mujer que amó y odió a partes iguales. Casi se tambaleó un poco en su lugar cuando la vió a los ojos, y olvidó por completo hasta como hablar:

-Realmente eres tu...-Se acercó con paso lento hacia el hasta quedar de pie a unos centímetros de distancia-Todo este tiempo, lo único que quise... Era ver tus ojos una vez más-Estiró una de sus manos para tocar su mejilla, y ese simple toque bastó para que la mente de James se volviera un completo desastre-Y ahora estás aqui...-Sonrió con los labios apretados-No sabes lo feliz que estoy de verte-Se paró de puntillas para aproximar sus rostros y poder besarlo, pero Bucky la detuvo por los hombros antes de que pudiera conseguirlo.

-¿Y a ti quién te dijo que yo quería verte?-Dijo en cuanto pudo encontrar su voz.

-¿Que?

-¡Lo que oíste!-La hizo retroceder unos centímetros-¿Quién te dejó entrar?

-Bucky...

-No, Bucky no, me llamo James. ¿Qué te hace creer que eres bienvenida aqui?

-Quería verte-El castaño rió con amargura-¡Te quiero pedir perdón!

-No te creo.

-¿Por qué no?

-¿Crees que no puedo darme cuenta cuando alguien miente?

-Pero no miento. Yo jamás te mentiría.

-Muy bien. Entonces mirame a los ojos, y dime que no hiciste lo que hiciste solo para llegar a Wanda-Ella negó repetidas veces con la cabeza.

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