Capítulo 18

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La noche no tardo en llegar. Ritsu llevo a Katsuki por los pasillos del castillo, sosteniendo su mano sabiendo lo que para él significaba caminar nuevamente por ese lugar y lo guío hasta Shoto que estaba en su habitación. Ambos entraron sin tocar la puerta, cosa que al joven príncipe no le causó gracia pero que tampoco reclamo a ninguno de los dos.

— ¿No quieres cambiarte? —le preguntó al mago que seguía con la misma capa insulsa y negra —Podría pedirle a algunos sirvientes ropas de tu talla, Katsuki.

—No es necesario —miró por la ventana el más bajo —Ni que pensará quedarme por mucho tiempo en el banquete.

El más alto no comento nada y se puso de pie, el pequeño niño le dió una mirada sería para después ir a sentarse en una silla de la habitación y tomar un libro para leer, parecía indicar con eso que no tenía pensando acompañarlos hasta el salón. Le sorprendió un poco, debido a lo apegado que mostró estar al mago desde que se vieron y lo hizo sentirse algo aliviado, parecía que no tenía intenciones de acompañarlos al banquete.

—Vamos —indicó, empujando suavemente al mago por la puerta —Saludaremos y cuando empiecen a comer, podremos irnos.

Eso espero. Deje a Deku mucho tiempo solo y por muy fuerte que sea Kirishima, me sigue preocupando su estado.

En verdad, Katsuki quería volver a casa rápido. Mientras más pasaba el tiempo, más lo necesitaba. Una parte suya sabía que se debía más a que necesitaba la calma que le daba la magia de Izuku y la seguridad que amistosamente Eijirou siempre quería entregarle al sentir —por instinto— lo asustado e inseguro que estaba todo el tiempo que porque estuviera verdaderamente preocupado de que algo pasara. Eso le hacía sentirse patético, culpable e idiota. Lo distraía mucho. En lo que Shoto lo llevaba hasta el salón, solo podía preguntarse cuánto tomaría todo esto, cuánto tardaría en volver a "casa", si el pecoso estaría enojado con él cuando se vieran, si todo estaba bien, si podían volver a hablar sin que el bosque se alterará, si...

—Katsuki, ¿me darías tu mano?

El llamado del cuarto príncipe hizo que se detuviera y viera que delante suyo había una mano extendida con gracia, de dedos largos y pálidos, una mano que seguramente estaría helada y a la cual le sería doloroso sostener. La miró por un largo tiempo hasta que el bicolor volvió a hablarle.

—Es mejor si entramos juntos de esta manera, eso es lo que dijo Fuyumi-neesan —le explico al mago —Mí mano está muy fría y es doloso sostenerla por mucho tiempo, como si la piel se estuviera quemando. Pero te prometo que no será por mucho tiempo y haré lo posible por...

La boca del cuarto príncipe se cerró cuando sintió la mano del más bajo sosteniendo la suya, la piel cálida sufriendo contra la gelidez y los dedos callosos apretándose a su alrededor, con fuerza. El mago no se movió, solo sostuvo su mano, sin hacer sonidos de que le doliera o algo por el estilo.

—...Por soltarte después de un breve tiempo —terminó de decir, sintiendo sus mejillas un poco calientes y girando la cabeza hacia las puertas para que no se notará —Si te duele mucho, suéltame. No te preocupes.

Shoto solo obtuvo un ligero apretón en respuesta y, de alguna manera, sintió que Katsuki necesitaba de protección. Una protección que no sabía cómo darle, ya que no comprendía porqué en primer lugar la necesitaba, ¿no era bueno lidiando con muchas personas? Pero había estado bien en la Plaza de los Héroes, ¿le daba miedo que alguien quisiera atacarlo o juzgarlo? No parecía ser el tipo de persona que se asustará fácilmente, ¿o tenía miedo de otra cosa que él no consideraba? ¿qué podía generarle inseguridad y miedo? No lo sabía. Solo pudo tomar su mano y ver cómo los guardias abrían las puertas al enorme salón, pasar junto con el mago adentro y sentir la presión de todas las miradas puestas en ellos.

Todo tiene un precio [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora