Querido Sherlock, con amor Molly xox (SHERLOLLY)

CAPÍTULO 1:

14:00, miércoles

Tom y Ben, los sepultureros del cementerio de Highgate, se limpiaron las manos y la cara con satisfacción. En diciembre, el suelo era más duro por el clima, y siempre era difícil cavar, pero la máquina y el trabajo en equipo de dos hombres hicieron la diferencia.

Era un asunto triste enterrar a alguien justo antes de Navidad.

Los dos hombres dividieron las partes finales de su trabajo; uno de ellos Tom, un hombre mayor de unos sesenta años, condujo la excavadora de vuelta al camión, mientras que su nieto, Ben, un joven pelirrojo de unos veinte años, revisaba el toldo que habían colocado sobre el enorme agujero y los tirantes para el ataúd. Cuando el agujero estuvo cubierto por una lona, ​​que retirarían cuando el coche fúnebre llegara con el ataúd a la mañana siguiente, se miraron, contentos de poder volver al edificio principal para tomar un poco de café caliente y calentarse pues su turno había terminado.

Sintieron lástima por el tipo bajito y de cabello color arena que estaba parado al estilo militar sobre una tumba cercana; las flores que tenía en la mano parecían estranguladas. Parecía tan distante.

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9 am, jueves

La familia de Millicent MacGregor había planeado un servicio de entierro a las 10 am.

Millie, como la conocían cariñosamente sus amigos y seres queridos, desapareció justo después de la Noche de Guy Fawkes*. La familia había colocado volantes con su foto: una joven rubia con una pizca de pecas en la nariz; sus ojos azules brillaban intensamente, y sus compañeros conmovidos ayudaron en la búsqueda. Al principio, sus padres habían ido a la policía, pero los funcionarios creían que se había escapado con un novio secreto.

Su padre dijo que era una buena chica, estudiaba Odontología en Queen Mary; era imposible que su hija simplemente se escapara; ¡Ni siquiera tenía novio!.

Los amigos de Millie contradijeron ligeramente esta historia; Millie se había escabullido para encontrarse con alguien dos veces antes de desaparecer. La policía también preguntó si Millie era consumidora de drogas.

Su madre había llorado en la tele, rogándole a Millie que regresara, que cualquier tipo de problema en el que se encontrara, estaría bien y que la ayudarían a resolverlo.

Pero todo fue en vano; Scotland Yard encontró el cuerpo de Millie junto a un banco bajo el puente de Southwark. La habían golpeado en la cara, y era tan fuerte que le faltaban el ojo derecho y seis dientes, la habían agredido sexualmente y la habían estrangulado, pero tenía varias marcas de agujas en el brazo. Esto confirmó la sospecha de la policía; Millie era una adicta, probablemente prostituyéndose para conseguir un poco, y fue asesinada en un trato que salió mal.

Sus padres se negaron descaradamente a creer esto; sintieron que su hija había sido secuestrada y asesinada, pero sin pruebas suficientes y el desinterés de la policía, por como había sido encontrada, no había nada que pudieran hacer.

Entonces enterraron a su única hija en el cementerio de Highgate, junto a sus abuelos.

El ataúd llegó alrededor de las 9 am y los funcionarios del cementerio tenían una lista de verificación para revisar antes de permitir que el ataúd fuera a la tumba. Esto llevó unos veinte minutos; tenían un historial excelente de no mezclar cuerpos, y no iban a confundir el de Millicent MacGregor.

Tom y Ben, los dos sepultureros que cavaron el lugar de descanso final de Millicent, condujeron el coche fúnebre hasta el lugar. Fueron directamente a la lona, ​​mientras la gente de la funeraria descargaba el ataúd. Cuando agarraron un extremo para comenzar a enrollarlo, Ben se detuvo, con una mirada de horror en su rostro. Tom notó que su nieto no rodaba en sincronía con él y también se detuvo para mirarlo con recelo. Ben se veía un poco verde. Siguió la mirada del muchacho hacia el interior del agujero y jadeó, dejando caer la lona con un gran salto hacia atrás.