Soñando

Compras

Hola! Bueno, la verdad es que aquí quiero poner las tres ideas que me han pedido: mimato, Mimi y Miyako de compras y los hermanos takaishida. Espero les guste :3

Cabe aclarar que estoy tomando como referencia que el cumpleaños de Yamato es el 11 de abril, como dice wikipedia (aunque existen fuentes que indican que no hay una fecha concreta y canon para su cumpleaños).

Así que... Feliz cumple atrasado Yamato! :D

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¿Cómo era posible que hubiera dejado ese asunto para el último minuto? El cumpleaños de su querido amigo Yamato era al día siguiente y ahí estaba ella, recorriendo las tiendas como si se tratara de una competencia que debía ganar para mantener en alto su nombre, como si de verdad su vida dependiera de ello.

¡Obviamente su vida sí dependía de ello! ¿Acaso Miyako no podía comprender eso y apresurar el paso? Tal pareciera que no.

Miyako se quejó una vez más luego de haber recorrido otra tienda de ropa deportiva. Se dejó caer sobre la primera banca de madera que se le cruzó en el camino y estiró brazos y piernas. Mimi le dedicó una mirada un tanto hastiada, ¿era en serio?

—Me duelen los pies —dijo finalmente luego de regalarse unos instantes para descansar —Si quieres puedes seguir y yo cuido las bolsas de lo que compres, pero no pienso dar un paso más, Mimi.

¿Sus oídos escuchaban bien? ¿Miyako Inoue estaba cansada en un día de compras? Mimi observó la hora en su hermoso reloj rosado, regalo de Yamato obviamente, llevaban cerca de siete horas recorriendo plazas y centros comerciales en tacones de diez centímetros. Suspiró.

—Está bien Miyako, si quieres te acompaño a casa.

Como por arte de magia se puso de pie y, al cabo de unos veinte minutos, ambas chicas se despidieron frente al edificio de departamentos donde vivía la familia Inoue.

Mimi se sentía derrotada. Derrotada en una de su grandes "habilidades". Era su fin, sabía que todos llegarían con regalos a la fiesta de cumpleaños de Yamato y ella no había podido conseguir un regalo de cumpleaños que dijera "me importas" lo suficientemente fuerte que le hiciera temblar las rodillas.

Caminaba tan ensimismada que no se dio cuenta del momento en el que Takeru se acercó a saludarla.

—Creo que es un poco tarde para que andes fuera con esa falda tan corta y esos zapatos caros, Mimi —bromeó el joven rubio mostrando una de sus cálidas sonrisas.

Por acto reflejo más que por otra cosa, Mimi observó la ropa que traía puesta. Zapatos abiertos y una minifalda blanca con holanes no eran lo más adecuado cuando comenzaba a oscurecer.

—Creo que se me hizo un poco tarde con las compras de hoy —explicó con una leve sonrisa que a Takeru no le gustó en lo absoluto —. Y también es algo tarde para que andes sólo en la calle a ésta hora, Takeru.

—Vengo de la biblioteca —explicó —Fui a devolver unos libros que leí ésta semana.