Voy a ir haciendo one-shots de "Stardew Valley" y "Potion permit" que se nos ocurran. No tienen por qué seguir la historia del juego o la temática.
(Pedidos abierto hasta que ponga lo contrario).
No me pertenecen los personajes de los one-shots, son...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
➶➶➶ 𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐭𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐢́𝐨𝐬 ➷➷➷
Era solamemte una mujer amiga de todos y descrita como un ser encantador, simple, caía bien a la gente y nunca era odia por razones comprensibles, era la "nueva" plueblerina de Pueblo Pelicano con sus recientes conocimientos sobre agricultura y ganadería, en pleno aprendizaje de la maquinaria granjera, y no era exactamente nueva, llevaba mi tiempo viviendo por estos lares donde gobierna la armonia y la monótona paz, de la que desde luego no me quejo.
Pero en una calida paz siempre hay sombras ocultas entre las malas hierbas hechas no visibles, sin embargo, mi perspicacia siempre fue consciente de sus secretos habitados en el bosque. Apenas estos se mostraban a altas horas de la mañana y de la noche, no pienses que con verle sabras, es un matojo de misterios visibles sin contar.
Cada cuanto visito el Salón Fruta Estrelar con un ojo puesto en el perfil del contrario, el susodicho conseguía romper mi corazón en pedazos desquebrajados con sin siquiera posar minimamente su vista en mi nuca o hacerme ver notable en el reflejo de su iris oscuro y sin brillo. En esos ojos hipnotizantes de miedo y locura se asomaba la luz anaranjada que daba la luz en su habitual cerveza, esta luz a veces se convertía en una azulina por la lata de refresco de todas las mañanas.
Esto era algo escondido, todo como fuese posible por la comunidad de Pueblo Pelícano y tambien por el mismo causante, el tampoco quería hacerse notar, ni él, ni su adicción.
Pero algo que me reconfortaba era verle sentarse en el taburete de al lado en el antro, o no cambiar de camino al verme en sus mañanas. ¿Se le hizo costumbre verme en sus horas menos lunáticas? ¿O solo no le daba presencia a mi ser por su propio caos nocturno? En cualquiera de los casos no pararía de ser su reflejo en los espejo de las obras de arte.
Un día empezó por un simple saludo de mi parte en el bar sin ser correspondido y ahora estamos sentados en el mismo muelle de sospechosa resistencia con una vasta cantidad de latas de cerveza y brindando por un... No sé sabe... Solo disfrutábamos la compañía poco constante en nuestras vidas del otro, aunque esta cercanía se hace cada vez más asidua, pero sin exageraciones.
Apenas me había ofrecido una lata de cerveza a las tantas de la mañana bajo el cielo estrellado, un gran paisaje arruinado por el contexto del momento. Un, con perdón, borracho bajo la luz de la luna y casi con el agua del lago por los tobillos.
1... 2... 3... Y... No podría contar las cervezas de su alrededor y mucho menos saber cual era la que llevaba cobijada en sus manos, sin dudas, muchas. El conjunto de reflejos de la chatarra de las latas lograban deslumbrarme al mirarlas.
Había llevado de nuevo sus labios al alcohol y su aliento prominente a birra llenaban mis fosas nasales. En cambio, sus confesiones sentimentales llenaban mis oidos, y aún con el subidón de la actual lata, alarmaban mi cerebro.
