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Me sorprende la cantidad de personas que pidieron esto. Hasta me hablaron al privado XD. Si lo hice largo, fue porque será la única vez que escribiré este tipo de cosas. En fin, no me funen por favor. No hay contexto sobre cómo llegaron a esa situación así que ustedes se la inventan.

La pareja se encontraba en la cama, el castaño estaba encima del pelinegro apoyando su peso en sus codos para no aplastarlo, mientras que el pelinegro enrollaba sus piernas en las caderas de su esposo. Luzu estaba maravillado, la luz de la luna iluminaba el rostro de Quackity a través de la ventana. Miraba con atención cada detalle de su cara; sus pestañas, sus ojos brillantes por la luna, sus delgados labios, sus lunares y sus pequeñas pecas, todo en él le parecía precioso. El pelinegro tenía un sentimiento cálido en su pecho, le encantaba cuando Luzu lo miraba con mucho cariño, se sentía amado y protegido. Adoraba los ojos rojizos de su esposo.

Tomó las mejillas de Luzu entre sus manos y con sus pulgares lo acariciaba suavemente. El castaño fue acercándose poco a poco al rostro de su pareja. Rozando sus labios, susurró algunas palabras amorosas para luego finalmente besarlo. Era delicado, tierno, suave, con mucho cariño. Podía transmitir varios sentimientos con sola esa acción. Sus labios se movían lentamente, querían disfrutar del cálido tacto del baile entre sus bocas. El mayor se separó un poco y procedió a descender los besos hacia el cuello del chico pato.

La nueva sensación en su cuello le gustaba al híbrido, subió un poco sus manos y enredó los cabellos castaños de su pareja entre sus dedos. Un primer jadeo salió de su boca cuando sintió los dientes de su esposo incrustarse en su piel, no fue tan fuerte pero le había gustado. Las manos del castaño se colaron debajo de su camiseta, sus cálidos dedos pasaban por su cintura y poco a poco ascendían hasta llegar a sus pezones. Empezó a liberar pequeños gemidos cuando sintió que Luzu empezaba a juguetear con sus pezones mientras dejaba algunos chupones en su cuello. Arqueaba ligeramente la espalda, estaba extasiado por las acciones del mayor.

Los gemidos del híbrido eran música para los oídos del castaño. Sabía que era una clara señal de que lo estaba haciendo bien. La presión en su pantalón se hizo presente. El cuerpo y sonidos de su esposo lo excitaban de sobremanera. Llevó sus manos a la cadera del menor y lo apegó al bulto entre sus pantalones, luego movió sus caderas lentamente tratando de simular embestidas. Quackity mordió su labio inferior disfrutando del movimiento. Las prendas empezaban a molestarlos por el calor corporal, necesitaban sentir el contacto entre sus pieles. Aún sin detener los movimientos, el castaño llevó sus manos a la base de la camiseta del pelinegro y después poco a poco lo fue levantando. No necesitaba más de tres neuronas para saber lo que quería hacer.

Al quitarle la camiseta a su esposo, detuvo los movimientos y bajó sus manos hacia los pantalones y se los retiró junto a los boxers. Sus manos empezaron a pasearse por todo el cuerpo de su pareja y masajeaba suavemente su piel bronceada. El híbrido suspiraba complacido por el tacto, los cálidos dedos recorriendo cada centímetro de su cuerpo lo estremecían. Reprimió un gemido cuando las manos de Luzu tocaron su erecto miembro. Empezaba con los movimientos desde la punta hasta la base del miembro. Eran lentas, placenteras, lograba que se quedara sin aire por el estímulo. El cosquilleo en su vientre se hizo presente, sentía que estaba a punto de llegar a su orgasmo y el mayor notó esto, así que soltó el miembro de su esposo, el cual lo miró molesto porque no había sido capaz de venirse.

Luzu se levantó quedando de rodillas sobre la cama para luego quitarse la sudadera. Quackity se relamió los labios al ver el torso del castaño, las pequeñas gotas de sudor bajando por sus pectorales y la contracción de sus músculos al quitarse la sudadera, oh dios, eran un deleite visual para él. Sus ojos eran bendecidos por la silueta desnuda de su esposo. Ahogó un jadeo cuando vio que dirigía sus manos al cinturón, miraba hipnotizado cómo se lo retiraba con sensualidad. Luzu sentía cómo el híbrido se lo comía con la mirada y no pudo evitar sonreír traviesamente por ello. Terminó de retirarse los pantalones junto a los boxers. El chico pato miraba embobado la erección del castaño, algunas venas resaltaban en toda la longitud y pudo notar como un poco del líquido pre seminal salía del glande. No era la primera vez que lo veía, pero nunca dejaba de quedarse embobado viendo el pene de su esposo.

¿Castigo O Bendición? [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora