¿Live?

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:Changbin

Changbin juraría que esta vez las luces de color rojo se intensificaron mucho más que las últimas veces, provocando un fuerte resplandor en todos los espejos de las paredes de la habitación donde estaba.

—¿Dónde estoy esta vez?— se fijo bien en todo el lugar, y estaba lleno de espejos de cuerpo entero, dándose cuenta de que podía verse a sí mismo repetido como unas 15 veces. —Quien hizo esta habitación está loco...

Todos sus reflejos eran iguales excepto uno que era el que estaba justo en frente suya. En el cual se podía observar a su amigo por lo que parecía, inconsciente en el suelo de madera.

Se acercó corriendo a este y golpeó el cristal con el puño.

—¡Felix! ¡Despierta, soy yo! —exclamó con rabia al ver que no tenía reacción en el.

Sabía que era el por la ropa blanca que llevaba y sobre todo por su rostro tan angelical que le distinguía, no podía ser otro.

En un momento dado después de golpear unas cuantas veces más el cristal el otro hizo un gesto de disgusto mientras abría los ojos y apoyaba las manos en el suelo.

—¡Lixie, estoy aquí!

Miro hacia adelante y a Felix le pareció como un ángel quien apareció ante sus ojos.

—¿B-Binnie? —se intento levantar pero sin razón alguna sus piernas se sentían más cansadas de lo normal.

—Joder, ¿puedes ponerte de pie? —preguntó preocupado por su salud.

—Eso creo... —apoyó bien y esta vez pudo dar algunos pasos.

Pero entonces Changbin pudo ver algo más atrás de él.

Era él mismo pero con la ropa negra y con la cabeza cabizbaja.

—¡Mierda Felix ven aquí rápido!

—¿¡Que pasa?! —se asustó y miro a su espalda.

Si, esa cosa se estaba moviendo lentamente hacia Lee y en cualquier momento iba a hacer algo.

Changbin empezó a golpear con todas sus fuerzas el maldito cristal que interrumpía la unión entre ellos dos.

Por otra parte, Felix comenzó a correr como pudo hacia el mayor.

—Tengo miedo Binnie, quiero salir de aquí—confesó con unas cuantas lágrimas saliendo de sus ojos.

El otro no pudo evitar que su sangre hirviera de la rabia e impotencia que contuvo durante todo este tiempo.

—¡Te voy a sacar aquí cueste lo que cueste!

Mientras veía como su mismo yo avanzaba cada vez más hacia el de pelo largo, por el rabillo del ojo observó una sombra salir por el espejo de su lado.

—Que- —si, era el Felix "malo" mirándole desde unos pocos centímetros con cara de querer asesinarlo y posteriormente enterrarlo. —¡Tenemos que irnos ya joder Felix ven!

Y cuando por sorpresa Changbin pudo romper el cristal en pedazos a base de puñetazos, Felix extendió su mano y él la tomó a pocos segundos de que su espiritu malo alcanzara la pierna de su compañero.

Después de abrir la puerta corrieron con todas sus fuerzas por los pasillos infinitos de la mansión.

—Changbin, no puedo correr más me duelen demasiado las piernas... —dijo respirando entrecortadamente.

—Ya casi estamos, aguanta, veras que pronto estaremos afuera —entrelazó sus dedos con los de el para darle más confianza.

De pronto vieron una puerta más grande de lo usual que tenía un aspecto más robusta.    

—¡Binnie creo que es esa por la que entramos! Estoy seguro de que lo es.

—Vamos allá. —respiro profundo y se dirigieron a la salida.

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