Déjà Vu

Capitulo 11

Sonrisa
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(Cami)

—¡¿Qué le dijiste?!

Me voy cinco minutos y mis amigas hacen desastre—me refiero a Angie.

Caminábamos por los pasillo del instituto, cuando Isa "accidentalmente" se le escapó que Angie le dijo algo a Jake mientras yo me fui de la pergola.

—Ay calma, no fue nada malo. Solo le estaba dejando claro, lo que le pasara, si te hace algo malo o te lastima.

—¿Y eso que sería? —pregunté arqueando una ceja.

—Bueno... Le dije que tenía que ser atento y cariñoso contigo o sino, me iba a encargar que le vaya muy mal en la vida—dice tan tranquila como si fuera lo más normal del mundo cuando abre su casillero.

—Ayy no, ya me puedo imaginar el resto—me colocó una mano en la cara pensando en todo lo que le habrá dicho.

—Cami, nosotras haríamos cualquier cosa por ti, si Jake te hace algo, solo dinos y nosotras nos encargamos del resto ¿Cierto Isa?

En toda nuestra conversación, Isa no emitió un solo sonido. Estaba inmersa en su teléfono, hablando con quien sabe quien.

—Tierra llamando a Isa. Le pedimos por favor que regrese de Dilandia—Angie se coloca las manos alrededor de la boca y se acerca a su oido—Isaaaaaaa.

—¿Qué?—levanta el rostro la mencionada, con expresión sin entender—¿Decían?

—No nada, solo acababa de confesar mis sentimientos por Dilan pero tu...

—¡¿QUÉ?!

Su rostro es un gran poema de emociones y eso bastó para que Angie y yo reventemos en carcajadas.

—No es gracioso—se queja con tono serio.

—¿Se puede saber por qué andas tan distraída?—pregunta Angie cuando saca un libro, luego cierra su casillero y caminamos al mío.

—Estoy esperando un mensaje—contesta en tono triste la rubia.

—¿De Dilan?—pregunto ahora yo.

—Si, no—responde rápido y nosotras nos detenemos sin entender—Hace unas semanas, hice una audición para entrar a una academia de baile—comienza a hablar mientras yo abro mi casillero y me recuesto en el—si vas un año a ese lugar, tus posibilidades de que te acepten en academias de bailes prestigiosas son más altas.

—¿Por qué no nos habías mencionado esto? —pregunta la pelinegra.

—Porque no creí que entraría, pero una semana atrás, me llegó en mensaje donde soy finalista para ser elegida. Dijeron que hoy anunciarán quien entraba.

Como escucharon, Isa es bailarina de ballet y lo hace increíble. Desde pequeña siempre le gustó y tiene mucho talento.

—Ay, no te preocupes, seguro entras, eres la mejor en el ballet—le coloco una mano en el hombro en modo de consuelo y busco lo que necesito en mi casillero.

En estruendo nos hace saltar del susto a las tres, busco la fuente del sonido y veo a unos chicos corriendo hacia nosotras. Pasan por nuestro lados, pero unos de ellos se tropieza y choca conmigo, para que los dos terminamos en el suelo, el estando encima de mi.

Su mano estaba en el hueso de mi cadera, lo que me trajo de vuelta los recuerdos horribles y asquerosos a mi mente. Lo mire a los ojos pero no fue mucho porque se incorporó y salió disparado de nuevo como una bala.