Miedo
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Maratón 1/2
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—¿Quién es el chico?
—¿Lo conocemos?
—¿A dónde irán?
—¿Hace cuanto se conocen?
—¿Está en pandillas o drogas?
—¿Estas bajo amenaza?
—¿O ya te acostaste con el?
—¡Papá!
Esto es lo que pasa que cuando las palabras "tengo una cita" es escuchada por mis padres. Se que tienen que hacer preguntas pero ¿Drogas? No lo creo, no veo las típicas señales. ¿Amenaza? Si lo estuviera no estaría tan feliz como lo estoy. ¿Nosotros juntos en una... ? No, si mi memoria no me falla, solo han sido besos, unos magníficos besos, solo ellos hacen preguntan tan locas como esas.
—Su nombre es Jake Anderson, es estudiante de intercambio, no lo conocen, no se a donde iremos, lo conocí hace dos semanas, no esta en pandillas o drogas, no estoy bajo amenaza y por supuesto ¡No me he acostado con él!—respondo dejándome caer pesadamente en el sofá.
—Entonces ¿sigues siendo...?
—¡Si papá!—me levanto de golpe y lo interrumpo—¡Sigo siendo virgen! ¡Tan virgen como aceite de oliva! ¡¿Pueden parar ya con las preguntas incómodas?!
—Perdón Cami—habla mi madre—Pero necesitamos preguntar.
—Lo sé, pero sus preguntas son un poco adsurdas.
—¿A qué hora vendrá?—mi padre se sienta en el sofá del frente.
—A las tres.
—¿Y por qué hoy?—ahora pregunta mi madre.
—Tenemos libre toda la tarde y nos pareció buena idea.
Mi madre se sienta junto a mi padre y empiezan a hablar entre murmullos, vuelvo a tomar asiento y los detalló cuidadosamente. Creo que mamá está convenciendo a mi papá, ¿cómo lo sé? Su frente arrugada, cejas encarnada de la misma forma que las mías, labios fruncidos y un tic en su mano derecha, me indican que él no está del todo de acuerdo con la cita. Me mira repasando cuidadosamente mi vestimenta, unos short de jean y camisa olgada es lo que llevo, junto con mis vans negras. Hace unas horas, Jake me envió un mensaje diciendo que me pusiera ropa cómoda. Vuelvo a presentar atención al frente y mi madre, con su hermosa sonrisa y su increíble persuasión. Convencer a mi padre es tarea difícil pero ella siempre lo logra. El suspira pesadamente y vuelve a mirarme, luego a mi madre.
—Te quiero en casa a las diez, ni un minuto más.
—¡Gracias!—me pongo de pie de un salto de les doy un beso a cada uno—¡Los quiero!
—Y nosotros a ti, cuidate.
—Si mamá—emprendo camino a mi habitación.
Cuando llego veo la hora en mi teléfono. Dos y cinco de la tarde, todavía faltan varios minutos para que llegue Jake, así que me pongo mis audífonos y en hundo en la música de mi teléfono, mientras me recuesto en mi cama y cierro mis ojos.
Una leve presión se sienten en mis labios y para cuando los ojos de golpe, veo a el chico rubio y ojos hermoso besándome. En vez de empujarlo al otro lado de la habitación y decirle cosas no muy lindas, lo tomó del cuello de la camiseta y lo acercó más a mí cuando movilizo mis labios. Me inundo en su sabor y aspiro su olor, su cabello semi húmedo y piel fría capto al subir las manos por su cuello y llegar a su cabello. Nose en que momento me quito los audífonos y con mi teléfono los arrojó al otro lado de la cama.
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Déjà Vu
RomanceTodos hemos soñado, pueden ser sueños lindos o pesadillas, o solo nuestra mente se queda en blanco, bueno...este último no es mi caso. Soy Cami y después que conocí a Jake he tenido los sueños más raros de mi vida. No son esos tipos de sueños que su...