¡𝐴𝑑𝑖𝑣𝑖𝑛𝑒𝑛 𝑄𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑅𝑒𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜́! -En Edición-

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Luzu fue a casa de Vegetta porque él se lo pidió con una carta que decía "Hablé con Rubius, tengo información de tu pelinegro."

Al entrar vio unas maletas con el nombre de Lolito, la casa hecha un desastre, ropa por todas partes, tazas rotas, latas de cerveza.. ¿Eso era cocaína? No lo iba a meter en la cárcel porque era su amigo y le daba información de todo lo que hace su Quackity. Pero ¿Vegetta drogándose y su casa hecha mierda? Rubius tiene algo que ver. Así es, Luzu sabía de ese enamoramiento del oji violeta y lo que hacía cuando el rubio peleaba con el.

—¿Vegetta? — Preguntó tratando de esquivar bolsas yendo al cuarto de su amigo.

— Estoy aquí adentro. — Respondió con voz áspera y seria.

El castaño entró y se sorprendió al ver todo ordenado en el cuarto. Se sentó en la silla del escritorio e hizo un gesto para que hable. El pelinegro estaba sentado en la ventana fumando.

— Quackity, tu estúpido pato se está interponiendo en mí amistad con Rubius, lo está manipulando. Ahora resulta que se corta y tiene ataques porque tú le quitaste todo ¡Y se va a ir con Rubius y un amigo que supuestamente vendrá! ¡SE VAN A IR CON AURON!— Se paró de la ventana y se acercó a el castaño quien lo miraba atónito.

¿Se iría, se lastima? ¿Con Auron, su ex? ¿Qué? Él sólo lo quería proteger. El lo cuidará para que no se lastime, y si así tenga que tenerlo amarrado y encerrado lo haría, pero de que se queda aquí con el, se queda. Luego le haria una visita si podía.

— ¿Que haremos Luzu?

— Esperaremos a que llegue su amigo, y nadie entrará o saldrá de Karmaland, si no quieren morir. —Habló decidido, Rubius no se llevaría a su pelinegro tan fácil.

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Ya había pasado una semana desde que el alcalde menciono que "habia un infiltrado" que estaba robando cosas del pueblo y se encargaba de narcotraficar y que nadie saldría ni entraría hasta hallarlo, Rubius se encargó de contarle de aquella discusión con el oji violeta a su pato, no iba a mentir, le metió un buen zape más una explosión. El rubio sabía que Vegetta le contó todo a Luzu, era una rata después de todo, de pequeños cuando se metía en problemas el pelinegro se encargaba de contarle todo a la mamá del oso y quedaba castigado por meses ¿Por que cambiaría ahora? (Que no se note el rencor de este casi albino por favor).

Estaban en casa de Rubius y Quackity con la visita de Alexby, este les hacía el aguante en todas sus travesuras. Le contaron todo lo que pasó a el fan de Star Wars y este se ofreció de voluntario para ayudarlos a irse con su amigo. Además Luzu lo había metido en la carcel por fumarse unos dos cigarros de marihuana ¡Y a Vegetta no le hace nada y todo el mundo sabe que se droga a dos manos!

— Alexby, no estoy seguro de esto. — Menciono con inseguridad.

— ¡Tranquilo patito! Esto va distraer a Luzu mientras planean su escape. — Habló con diversion.

— Pero ¿Atacar el ministerio, no es un poco precipitado? — Habló ahora Rubius.

— ¿Qué significa precipitado? 

— Okay, no estás sobrio ¿Tienes conciencia al menos? — Levantándose del sofa yendo junto a Quackity para tomar sus caderas levantándolo y tomando asiento donde este estaba poniéndolo arriba de el rodeando sus brazos al rededor de la cintura del menor. Quackity se sonrojó a más no poder, puso sus manos en las del castaño y miró a Alexby quien miraba fijamente un vaso de agua.

— Ajá. ¡Bueno, es hora de irse! —Se levantó de su lugar estirando sus musculos— En dos dias traeré a personas que nos ayudarán a elaborar el plan. Ah, lamento mucho lo de tus primos Quack, siento que no hayas podido enterrarlos, pero también tomaremos venganza de eso, te lo prometo. — Lo miró con tristeza y revolvió su cabello.