De pie junto al lobo postrado, Johny se obligó a no mostrar las fauces. —Es mío. Piensa en eso la próxima
vez que abras tu hocico.Taeil se levantó y bajó la mano bruscamente, tras lo que Xiaojun y Hendery se irguieron. —Puta Madre, Johny. Podrías haberme dicho que te habías emparejado de
verdad con él.- Se frotó la mandíbula magullada e hizo una mueca. —Ese derechazo tuyo es como un tren de carga.—No deberías estar aquí.
—Fui yo quien trajo a tu psi sano y salvo.
Johny clavó la mirada en el otro alfa y, a pesar de que la ira protectora le dominaba, supo que Taeil tenía razón.
Tenía derecho a conocer al omega a quien se le pedía que confiara la vida de su gente. También Hendery debía necesitar una garantía de que la vida de su hermano estaba en buenas manos.—¿Todos los lobos conocen este lugar?
—No. Del mismo modo que no todos los leopardos conocen la ubicación de nuestros túneles.- Fue un recordatorio de que Johny y sus centinelas habían localizado la guarida principal de los WayV. La alianza entre ambos había sido fría y distante desde el principio, como dos depredadores tanteándose mutuamente, sin estar del todo seguros de cuándo el otro se tiraría a morder.
Había llegado el momento de dar el siguiente paso, de forjar una fuerza que los psi temieran de verdad.—Voy a invitarte a nuestra casa.- Siempre habían hablado al aire libre, lejos de sus hogares. Pese a que nunca se había hecho mención a ello, ambos sabían que el motivo era que esos lugares no se tiñeran de violencia si había derramamiento de sangre. La confianza entre ambos era frágil y ya no bastaba.
Con su invitación, no solo había aceptado, sino también extendido, la oferta que había sido hecha cuando los tenientes de Taeil habían tratado a los menores de NeoCity como a los suyos.Aquellos ojos marrones le miraron sin parpadear.
—Demuestras una gran confianza.—No hagas que lo lamente.- Le
tendió el brazo. El otro alfa se agarró al codo y ambos se acercaron en el fuerte abrazo de dos cazadores. Cuando se separaron, Johny dio media vuelta y se encaminó hacia la casa franca. Taeil le siguió con sus tenientes a la zaga.—Vía libre.- dijo Taeil mientras caminaban, lo bastante alto como para que los otros cambiantes lo escucharan.
Johny pensó en la guerra que podría estallar, pensó en la seguridad de su gente. Y luego pensó en lo que ellos
querrían, en lo que no tenía derecho a negarles. Eran depredadores, pero también eran humanos de un modo que
jamás lo serían los psi. —Vía libre.Con aquellas dos simples palabras por parte de ambos habían convertido su alianza en un vínculo de sangre. Habían otorgado al otro clan vía libre a sus respectivos territorios, el derecho a ir y venir sin ninguna de las habituales condiciones. Pero eso no era lo importante. Por el momento, los lobos acudirían en auxilio de los leopardos y los leopardos morirían por los lobos. Fuera cual fuese el motivo de la lucha.
Una vez dentro de la casa, los tenientes y centinelas se colocaron en un círculo protector observándose unos a otros y a sus alfas. Ahora eran aliados de sangre, pero la confianza absoluta requería tiempo.
—Yuta.- Johny le dio al hombre la señal para que fuera a buscar a TaeYong.
Deseaba ocuparse él mismo, protegerlo en todo momento, pero no podía dejar a su gente a solas con los lobos ni revelar su imperiosa necesidad, que se volvía así de visceral únicamente en la fase final del apareamiento. No podía permitir que Taeil adivinara que la danza de apareamiento no había sido completada. No perjudicaría a su alianza, pero probablemente impediría que el otro alfa depositase su fe en TaeYong.
La bestia no estaba convencida de la lógica del argumento. Quería a TaeYong y lo quería ya. A Johny le estaba costando mucha fuerza de voluntad luchar contra el impulso posesivo de la
pantera. Ni siquiera confiaba en los centinelas en la etapa en que se encontraba. Era parte del precio que pagaba por ser leopardo, alfa y cazador.
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JohnYong
FanfictionEn una sociedad donde el poder está en manos de quienes niegan las emociones, aceptar los sentimientos y el amor puede ser devastador. Los psi gobiernan el mundo. Lo han conseguido a un alto precio: Suprimir todo aquello que los hacía humanos para...