IDFC [KookTae]

☂️ ✦ฺ Capítulo 24

Después que la película acabara, los cuatro chicos decidieron abandonar la sala de cine. Conversando entre ellos sobre esta, antes de subirse al auto del pelirrojo, quien se encargaría de dejar a cada uno en la puerta de sus casas.

El primero en despedirse fue el alfa pelinegro, después siguió el omega rubio. Y en ese momento, se encontraba manejando en dirección a la casa del peligris, el cual, se mantenía en completo silencio.

No fue hasta que el ojiazul se animó a hablar

— Esta salida, valió la pena, ¿no crees? — preguntó, mirando por unos segundos a Taehyung.

El omega asintió feliz

— Lo fue — admitió — la pasé muy bien, gracias por invitarnos, mhm...

— Si quieres, puedes tutearme Taehyung, no me molesta realmente. — dijo con una media sonrisa, poniendo tímido al contrario.

— Está bien, Jungk-

El alfa alzó una ceja

— ¿Kook? — Jeon asintió — Vaya, esto es extraño.

— ¿Por qué extraño? — el pelirrojo frunció el ceño, con su vista en el volante.

— Es solo que... — Taehyung tomó un bocado de aire — No creí, hasta hace unos días, que te agradaba. — aquello, logró aturdir medianamente al alfa.

— Lamento si alguna vez te hice pensar eso. — el omega lo observó con los ojos expectantes, siendo que ya se encontraban al frente de su casa. — Admito que no fui la persona más amable contigo, y esta salida fue más que nada para tratar de enmendar, aunque sea un poco, los malos ratos que te hice pasar en algún momento...

Y Taehyung sintió su corazón estrujarse ante aquellas palabras

— No tienes de qué disculparte, entiendo que no soy una pepita de oro para caerle bien a todo el mundo, pero yo-

— No Taehyung — el alfa lo interrumpió, mirándolo a los ojos — Nadie tiene el derecho de hacer sentir mal a otra persona, aunque sea inconscientemente. Tu siempre fuiste amable conmigo, y lamento profundamente no haber sabido corresponder desde un principio esa amabilidad tuya.

El omega le sonrió con orgullo

— No pasa nada Kook, no estoy molesto o resentido por eso. En realidad, me alegra mucho que tu y yo nos estemos llevando cada día mejor.

El alfa asintió con una sonrisa

— ¿Amigos?

— Amigos — contestó el peligris —

El pelirrojo se bajó del auto, dirigiéndose hacia el peligris, abriéndole la puerta, sonrojándolo en el acto.

El omega lo aceptó tímidamente, y una vez que sus pies pisaran nuevamente la tierra, le dio una mirada rápida a su casa frente a él, antes de volver a mirar al alfa a los ojos.