IDFC [KookTae]

☂️ ✦ฺ Capítulo 44

Había pasado exactamente una semana después del acontecimiento. Y ni el pelirrojo, ni el peligris, se pusieron en contacto el uno con el otro en ese lapso de tiempo.

Aquello no era porque estaban enojados o dolidos el uno con el otro. Más bien, prefirieron tomarse un tiempo por separado, para asimilar cada uno por su lado, las cosas que habían pasado.

Sin embargo, no imaginaron que la distancia entre ellos iba a ser tan dura.

Noches en las que el omega anheló que el pelirrojo apareciera al frente de su ventana, con esa bella sonrisa suya que lo caracterizaba.

O noches en las que el alfa deseó ir a visitar al peligris. Para cerciorarse él mismo de que el omega estaba sobrellevando bien el descubrimiento de su vida pasada. Y con ello, los recuerdos que había en esta.

Taehyung soltó un suspiro

Quizás, había asustado al pelirrojo

Y quizás, ahora Jungkook pensaba que él era un omega traumado. Incapaz de superar el acontecimiento tan traumático que vivió en su pasada vida.

O peor aún, quizás el alfa lo culpaba de su fallecimiento.

Esos pensamientos eran los responsables de carcomerlo por dentro.

Extrañaba a ese alfa

¿Pero qué podía hacer él, si ellos mismos habían trazado esa fina línea de ignorarse el uno al otro durante esa semana?

Una semana que lo sintió como si hubiese pasado un año.

Pero no se le podía culpa, porque lo peor de su triste situación radicaba en que ahora, no solo él extrañaba la presencia del pelirrojo. Sino que, su parte animal también lo hacía.

Por la madre Luna que lo hacía, extrañaba en demasía a Jungkook.

Él y su lobo su extrañaba por igual

Pero no sabía si eso también pasaba con Jungkook...

O si su lobo finalmente había logrado perdonarlo. Aunque se haya revelado que, él no fue el culpable de nada de lo que ocurrió.

Seguía doliendo de la misma forma

— Tae, ¿puedo pasar? — preguntó la madre del omega al otro lado de la puerta. Recibiendo un sí como respuesta. — Cariñito, tu papá quiere que veamos un maratón de tus películas favoritas, así como en los viejos tiempos.

El peligris salió de entre las sábanas que tenía encima, asomando su cabecita a través de un pequeño hueco que había.

— Uhm... la idea no me convence.

Seoyeon suspiró, acercándose hasta su hijo.

— ¿Estás seguro que todo está bien Tae? — preguntó la omega, quitando algunos mechones de cabello que tenía su pequeño sobre la frente.