Esa vez fue la primera que Damian actuó tan mal, pero lastimosamente no fue la última, hubo peores.En una ocasión por lo último ocurrido, sus lacayos se acercaron a preguntarme sobre "Lord Damian" y sólo estábamos conversando tranquilamente, yo les dije que tampoco estaba segura de qué le ocurría al señorito, cuando de la nada Damian se interpuso entre nosotros y les dijo cosas horribles a sus amigos "No se acerquen a él por nada en el mundo, o lo tomaré como traición" esa es la frase que más recuerdo. Sus pobres lacayos se alejaron sin decir nada más.
Otro día una chica me dió una carta, era de otro año, pero al parecer le gustaba mi apariencia y Damian sin pensarlo agarró la carta y la rompió. No pude leerla, aquella niña comenzó a llorar y un profesor nos vió, todos nos ganamos un tronitus esa vez.
Desde ése entonces me siento algo vigilada, cada que me relaciono con alguien, él aparece. No me molesta en particular, a mi siempre me trata muy bien, el problema parece ser con los demás, se volvió un solitario, aunque nadie se atreve a reprochar nada por su estatus.
Me acostumbré a ello, después de todo me comenzó a gustar Damian y el amor me cegó por completo, obvio si algo me parecía mal le hablaba de la mejor forma posible.
Los siguientes años fueron los mejores, Damian se convirtió en imperial como tanto quería, me puse super feliz por él y quise darle un regalo, pero la verdad no supe bien qué le gustaría a alguien que ya lo tiene casi todo, así que le regalé una rosa de papel hecha por mi misma, adoro la idea de que la guarda como si fuera un tesoro, recuerdo que cuando se la dí, me sonrió de la forma más tierna.
Creo que nuestra niñez juntos fue maravilloso, pero se complicó al empezar la pubertad, es algo que hasta odio recordar, Damian se ponía super rojo cerca de mí, y no quería ya que durmiéramos juntos. Nunca superé mi miedo a la oscuridad por lo que me quedaba llorando en mi cama, al poco tiempo tenía unas ojeras enormes que me hacían parecer un mapache.
Obvio esto lo hacía sentir mal a él, pero no aceptaba que compartiéramos la cama. Además de ello, yo nunca tuve "la conversación con mi madre" por lo que no sabía los cambios que iba a atravesar cuando llegara a esa edad, en las clases tampoco se tocaba el tema, era algo bastante tabú, me sentía muy sola, no tenía a quién pedir ayuda.
Una tarde me comenzó a doler muchísimo el estómago y pensé que sólo algo me había caído mal, después de eso fui al baño porque creí que iba a vomitar, pero había sangre en mis pantalones, entré en pánico, me estaba hiperventilando, por lo que me encerré en un cubículo de los baños y allí me quedé por horas sentada en el suelo creyendo que había algo mal en mí, tenía miedo de hablar con un adulto ya que tendría que revisarme un médico y se enterarían que los engañé.
Damian entró a los baños a buscarme, estaban preocupados todos por mi desaparición repentina, y por suerte venía sólo, no se si fue un milagro, o el destino pero me pasó por debajo de la puerta mi jugo favorito, luego se sentó allí del otro lado de la puerta sin decir nada, esperando a mis tiempos para contar lo que me sucedía.
TN:*Abrió el jugo y lo comenzó a beber* gracias...pero tardaste mucho en venir sabes *dijo con un tono de voz más calmado*
Damian: Lamento eso, estaba cumpliendo unos deberes, ya sabes esto de ser un Erudito Imperial trae muchas responsabilidades nuevas. Henderson me dijo que estabas aquí, pero que no quiso entrometerse, bueno a menos que te tardaras tanto que se hiciera de noche ¿Crees qué él sabe la verdad? *le pasó unos chocolates ahora*
TN: No lo sé, hace mucho no hablo con mi madre y dudo que haya podido seducir a alguien tan recto como lo es el señor Henderson. Seguro sólo pensaba que estaba triste y me dió mi tiempo. Oye señorito, ¿Por qué me das comida? Tal vez puedo estar enferma *soltó una risita*
Damian: Eres tan tonta que comerías dulces hasta después de vomitar, porque te fascinan *se rió igualmente* ¿Me vas a decir qué pasó? ¿Puedes abrir la puerta?
TN: Creo que me voy a morir, seguro se me salieron las tripas...*se levantó del suelo y abrió la puerta, no supo qué hacer así que estaba sin pantalones y sin ropa interior, solo con la parte de arriba del uniforme puesta*
Damian: Oh... así que era eso *miró a otro lado* es algo normal de las mujeres, no te vas a morir, por eso siempre digo que eres una tonta *rió con un poco de nerviosismo* lávate bien y te enseñaré sobre esto luego..lamento que no haya otra mujer acompañándote ahora. Espera ya vuelvo *salió de los baños a buscar algo*
Le hice caso y me limpié lo más que pude, al igual que lavé la ropa manchada hasta que volvió Damian con otros pantalones y al parecer una especie de tela absorbente. Allí tuvimos una larga charla sobre el cuerpo femenino, pobrecillo de él, se notaba tan incómodo y aún así hizo todo lo que pudo para ayudarme a comprender.
Después de un rato para que no me sintiera mal me confesó la razón por la que no me quería tener cerca, yo provocaba algo en su cuerpo según él, que no podía controlar y no quería que lo viera así, aunque acordamos que con todo claro no había drama en dormir juntos otra vez. También mencionó que la tela absorbente se la pidió a unas chicas diciendo que eran para alguien más que no conocía bien, pero que le pidió el favor, se creyeron el cuento con facilidad.
Actualmente Damian tiene 16 y yo 15 años, no volvimos a hablar de esos temas, pero estaré agradecida por siempre por lo que hizo en aquel entonces.
Hasta ahora no había notado todo lo que habían crecido mis pechos ya que el uniforme era bastante grande y no se veía nada extraño, pero es otra historia con el pijama puesto.
5:40 am.
Damian: (Que cansancio...no se vé nada a éstas horas) *encendió la lámpara que estaba a su lado la cual emanaba una luz tenue y cálida por lo cual no molestaba a los demás ni los iba a despertar* ¿siempre se vió así? *susurró a la vez que se ruborizaba* (nunca presté mucha atención a sus pechos, me dan ganas de tocarlos ¿No se molestará si no se da cuenta, verdad? Controla tus instintos, idiota!) *se sentía raro en ése momento y acercó lentamente su mano temblorosa hasta ponerlo sobre un seno de la contraria que permanecía dormida*
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La Presión De Fingir Ser Chico (Damian Desmond X Tu)
RomanceEres un alumno nuevo en la escuela Edén, y además de ello formas parte del programa de niños que conviven en la escuela, por lo que compartirás habitación con Damian. A todo esto, ¿Cómo planeas fingir perfectamente que eres un niño, siendo una niña...