¡No quiero hablar tonta!

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6am.

No recuerdo bien lo que estaba soñando, pero seguramente tenía algo que ver con dulces y princesas, algún día me encantaría usar un enorme vestido de princesa, de muchos, muchos colores, tal vez morado, rosa, celeste, también si es acompañada de un lindo y apuesto príncipe mejor, una pareja de ensueño.

Fingí seguir dormida un poco más, ya casi vendría el señor Henderson a despertarnos, me gusta el calor corporal de estar con alguien al lado, me siento como si una mamá gato le diera calor a sus gatitos. Dejando eso de lado hoy definitivamente tengo que armarme de valor y contarle la verdad al señorito Damian, después de todo siento que es una gran persona y me entenderá.

Visualizo como Damian se remueve y entre leves quejidos se despierta para quedarse mirándome como si estuviera algo desorientado o si pensara que está dormido todavía.

Damian: *Reacciona y la empuja para luego levantarse de la cama* Espero que ya no me molestes más fea, fea, no volveré a dejarte dormir conmigo, además babeas y pateas, tonta *dijo señalándola con un leve color rosita en las mejillas, él es una persona débil ante los que lloran, pero luego recobra su ego*

TN: *Estaba agradecida de igual forma por su amabilidad y simplemente entendió que así es su personalidad, por lo que le dedicó una sonrisa y comenzó a ordenar la cama antes de que viniera el profesor*

Creo sentir que pasaron pocos minutos, ¿tal vez 2? Y el señor Henderson abrió la puerta y procedió a abrir las cortinas de la habitación para dejar pasar los primeros rayos del sol.

Henderson: Buenos días a todos mis elegantes alumnos, empieza un día nuevo, pónganse sus uniformes y vayan a desayunar al comedor, el día de hoy su primera clase la daré yo, debido a que su profesor correspondiente tenía que encargarse de un proyecto asignado *se acomodó su ropa y miró a Damian con aprobación por incluir a su nuevo compañero. Él pensó que le estaba enseñando lo que tenía que hacer apenas se despertara lo cual era tender la cama*

No sé en qué momento, pero Damian salió de mi campo de visión al igual que sus lacayos, por lo que intuí que ya estaban en el comedor. Me había distraído mirando por las ventanas de los pasillos, todavía no memorizaba el lugar así que me era fácil perderme, lo cual por suerte no pasó y llegué con éxito a pedir mi desayuno.

Damian parecía querer evitarme, en un momento se me acercó a mí y arrojó una caja de jugo cerca mío dando a entender que me lo estaba dando, fue algo confuso, pero lo acepté.

En clases estuvimos juntos, así como mencionó, su lacayo llamado Emile si mal no recuerdo se tuvo que sentar en otro lado, pero tampoco me dirigió la palabra en toda la mañana. Al finalizar me dejó unos dulces en la mesa y se fue riéndo con sus amigos, también noté que la chica pelirosa se intentaba acercar mucho, pero tampoco le daba importancia.

Los siguientes días de la semana transcurrieron igual, cabe destacar que me dejaba dormir con él a pesar de ya tener mi propia cama, pero al llegar la mañana me ignoraba como si no existiera, bueno si no fuera por los mini regalos que me iba dando de a momentos, me llegó a dar galletas, gomitas, refresco, paletas... Mi pobre corazón no comprendía por qué actuaba de esa forma, no sentía hostilidad sino más bien querer aparentar que no tiene nada que ver conmigo.

Llegó el fin de semana, la mayoría de los alumnos que se quedan en los dormitorios se van con sus padres hasta que llega el lunes nuevamente, pero no fue el caso para mí y al parecer tampoco para Damian, estuvimos esperando, pero nadie vino. No me importó realmente ya que me lo veía venir, pero el señorito parecía triste, otros alumnos se quedaron de igual forma, pero de nuestro dormitorio sólo nosotros dos,  ya no tendría razón para evitarme o eso pensé.

Viernes 11pm.

Damian estaba acostado en su cama ya, pero yo me quedé haciendo unas tareas de matemática que me estaban costando, no había podido hablar en todo el día con el señorito porque no lo encontré por ningún lado. Pasó media hora y me di por rendida con aquel ejercicio imposible, me acerqué a la cama de Damian y salté sobre él con una gran sonrisa, no sabía si estaba despierto o no, pero según yo como era fin de semana no importaba dormir menos.

TN: Damiaan te extrañé mucho, estaba solita sin que me hablaras, los demás me ignoran por ser plebeyo *sacudió al contrario con algo de brusquedad* oye...tenemos que hablar por favor, quiero que sepas la verdad y también quiero saber por qué no me hablas...

Damian: *No estaba dormido, pero si distraído en sus pensamientos por lo que se exaltó de repente y al tener a la contraria tan cerca se puso nervioso* No me molestes fea, fea, fea! *se cubrió con la manta hasta la cabeza y le dió la espalda*

TN: *Se cubrió los ojos con sus manos y simuló llorar ofendida* Siempre me dices fea y tonta... yo sólo quiero hablar con el señorito Damian.

Damian: *estuvo unos segundos hasta que se creyó completamente la mentira* N-no llores, no lo decía en serio a lo de f.....f-fea *continuó sin mirarla aunque se había quitado la manta de la cara* no sé bien por qué lo hago, s-supongo que es por haberte visto sin nada, me siento mal por obligarte, p..pero en mi defensa no tenía idea de nada, por eso te estuve dando regalos, esperando que me perdonaras, no puedo mirarte a los ojos así..

TN: Eres mi único amigo Damian *se recostó a su lado como nueva costumbre en ésta semana* mi mamá me dijo que debía aparentar, ella quiere que sea un gran empresario y le dé dinero en algún momento, decía que es para pagar mi deuda por darme la vida, pero si me pillan me van a echar de aquí.. me tranquilizó que no le dijeras nada a nadie y muchas gracias por los regalos, ya no hace falta que me des nada más *lo abrazó intentando demostrar su cariño y agradecimiento* no me ignores más.

Damian: *sentía por primera vez un abrazo cálido, eso despertó algo nuevo en él y no quería que terminara. No dijo nada y fingió estar dormido hasta que realmente se durmió, en ése momento decidió que la quería a su lado sea como sea*



La Presión De Fingir Ser Chico (Damian Desmond X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora