Cap. 35: Un te amo doloroso

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Gire sobre mi propio eje y ahí lo confirme, aquel hombre que hizo a Cinco llorar, aquel hombre que lo lastimo, estaba en enfrente de mí.

— Los de tu familia son tan predecibles —continuo— Sabia que abandonarías a mi hijo cuando te enteraras de todo ¿y sabes? agradezco que se así, podre matarte con más tranquilidad

— ¿Ah sí? ¿y quién me matara? Ah ya se, otro de sus sirvientes, usted es un cobarde. Usted es capaz de lastimar a su propio hijo por dinero, pero no es capaz de matarme con sus propias manos

— Ahí niña... por lo menos yo no hice sentir mal a una persona que claramente, no hizo nada

Cerré mis manos en puños, la lluvia se había intensificado, y aquel tipo me veía arrogantemente.

— Si quiere matarme hágalo, pero deje ir a Cinco, él no tiene nada que ver en esto

— Existen dos formas de matar a una persona —camino hasta quedar a lado de Cinco— Una es; evidentemente, acabar con su vida, y la otra es... acabar con ella en vida, y para eso... necesitaba a Cinco aquí

— N-No se atrevería... él es su hijo, ¡Usted no puede...! —mis palabras se vieron interrumpidas cuando Reginald apunto a Cinco con un arma—

— ¿Sigues opinando lo mismo? A tus padres no les importo mucho tu vida, sabían en que se metían, que podían matarte y aun así... vieron por su propio pellejo, no somos tan diferentes

— P-Por favor... no lo haga, si lo mata, no solo me lastimara a mí, lastimara a sus hijos también...

Reginald se alejó de Cinco y me señalo un tablero donde se veían a mis padres robando dinero que supongo que le correspondía a él.

— Esto es una traición niña, no descansare hasta que toda tu maldita familia se pudra, ¡Y tú eres la última que me queda!

— ¡Entonces máteme! pero no a Cinco... por favor

Arrodíllate —pidió de manera arrogante— Y tal vez considere... dejarlo ir

Maldije en voz baja, miré a Cinco quien aún no reaccionaba, y pensé en todas las veces en las que el me salvo, todas las veces que me consoló.

Suspiré y viendo a Cinco fijamente comencé a arrodillarme lentamente delante de Reginald.

— Cabeza pegada al suelo —ni siquiera había tocado el suelo cuando el me dio una nueva orden—

Agache la mirada a punto de que mis rodillas tocaran el suelo, pero un estruendo me hizo levantar la cabeza.

Todo paso tan rápido que solo reaccione cuando el cuerpo de Cinco cayo frente de mí. El habia despertado, él se habia teletransportado antes de que Reginald me disparara en la cabeza.

Cayo a mi lado con una herida en su abdomen, entonces... enloquecí.

Saque el arma que tenía en mi abrigo y le dispare a Reginald mientras gritaba a la vez que lloraba.

El cayó al suelo y entonces reaccioné. Solté el arma y miré a Cinco quien estaba débil.

— No, no, no, no... N-No... t-tu no... —repetí muchas veces mientras lo abrazaba—

— ¿P-Porque ibas a arrodillarte? ¿E-Estas loca? —dijo con un hilo de voz—

— No... no hables por favor... —tome mi teléfono para llamar a emergencias, pero estaba tan temblorosa que apenas y podía sostener el teléfono—

Cinco tomo mis manos y llevo una de la suyas a mi mejilla, llenándola inconscientemente de sangre.

— G-Gracias por hacerme feliz...

— Ci-Cinco... —murmure con un sollozo—

— Al menos poder ver a mi hermano —sonrió débilmente—

— No fue tu culpa lo que le paso...

— ¿D-De verdad? Y-Yo llegue tarde y-y el...

— Shhh —lo calle dejando un beso en sus labios— No hables por favor...

— Si-Siempre me gustaron tus labios, me gustaba b-besarte...

— ¿Te confieso algo? —dije con una leve sonrisa— Nuestro primer beso fue... cuando te emborrachaste aquella vez, ¿lo recuerdas?

— S-Si... por eso actuaste rara ¿no? —asentí— P-Perdón por no recordarlo, yo...

— Perdóname tu a mí por... hacerte sentir culpable de esto...

— Nunca pude decirte... lo mucho que... t-te a-amo...

Solté un sollozo y escuché las bocinas de la policía. Mire por la ventana las luces rojas y azules, sintiéndome mínimamente tranquila.

— Ya está aquí la policía, te llevaran al hospital —acaricie su rostro— Cinco... ¿Cinco? ¡Cinco despierta por favor! —comencé a llorar— Ci-Cinco por favor... También te amo, te amo mucho —dije débilmente—

Lo último que recuerdo fue a la policía entrando al lugar, seguido de esto todo fue negro...

Venganza y sufrimiento {Cinco Y Tn}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora