-¿Me dirás que esta vez no bailaste para mí?- lo miró con una sonrisa.
Jaemin no pudo evitar reír y luego negó- Iluso.
Jeno estaba consiente de lo que le provocaba ese bonito pelirosa, pero también sabía que aunque quisiera no iba a ser fácil estar...
Jaemin y Haechan entraron a su casa luego de otro día cansador, ese día Lisa les había pedido hacer 2 presentaciones y también que bailaran en los tubos que estaban en los costados del club. Estuvieron bailando por horas y solo querían ir a dormir.
Sin decirse nada los dos fueron a sus habitaciones y se encerraron ahí para luego darse una ducha.
Había pasado más o menos una hora cuando Haechan entró a la habitación de su mejor amigo, el pelirosa estaba acostado en la cama con su teléfono, por lo que Haechan entró y se acostó a su lado.
—Que lástima que hoy tampoco pudimos ver a los chicos, no han ido ni un solo día— dijo el moreno con un puchero— Seguro no le gusté a Mark.
—Te dije que no te hicieras ilusiones, sabes que todos los chicos que llegan al club solo van por algo sexual, no creo que ellos sean la excepción. Pero ya no te pongas así, Hyuckie, tal vez no es el momento para que te enamores, seguro llegará alguien que ponga tu vida de cabeza y te vuelva más loco de lo que estás.
—¿Ese alguien puede ser Mark?
Jaemin rodó los ojos— No quiero verte sufrir, Hyuck, no te hagas más ilusiones con ese chico, solo lo viste una sola vez y no quiero ser aguafiestas, pero no creo que lo vuelvas a ver.
—¿Cuánto apostamos a que vuelven?
—Nada, por que yo sé que no volveran, ya llevan una semana, ni siquiera sabes su apellido.
—Pero me dio su número, tengo el poder en mis manos, apostemos.
—Está bien, apostemos, pero no le vas a escribir, si le escribes para que vaya pierdes la apuesta ¿Okey? Eso sí, tienen un mes para volver, si no lo hacen gano yo.
—Okey ¿Que quieres apostar?
—El que pierda le hace las tareas al otro por una semana.
—Nambre, no podemos casi con las nuestra ahora imagínate con las del otro, mejor otra cosa.
—Bueno, entonces el que pierda compra la alacena y cocina por un mes.
—Está bien, vas a perder, cariño— dijo Haechan con una sonrisa.
—No creo, estoy seguro que no van a volver.
El moreno olgo una risita y se acomodó en la cama para dormir— Hasta mañana, perdedor.
—Hasta mañana.
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Habían pasado unos cuantos días más y ninguno de los dos había aparecido por el club, no había día que Jaemin no se burlara del moreno diciéndole que ya debía ir preparando su sueldo para comprar la alacena, el moreno solo se reía pero no decía nada.
Haechan estaba acostado en su cama mientras Jaemin estaba en su propio cuarto, acababan de volver del club, al ser jueves casi no había tanta gente, por eso salieron más temprano.
