Stripper - Nomin

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Estaba muy nervioso, en pocos minutos tendría a Jeno en su puerta para ir a su cita, no sabía a donde lo llevaría pero igual eso no importaba, lo importante es que sabía que no podía verlo a los ojos sin avergonzarse. No sabía en que estaba pensando cuando decidió bailarle.

Estaba caminando de un lado a otro cuando escuchó pasos acercarse y luego la voz de su amigo.

—Vas a hacer un hueco en el piso, quedate quieto, lo que pasó no fue nada del otro mundo, a Jeno le encantó— dijo el moreno quien tenía una bata de dormir que se levantó un poco cuando cruzó sus piernas al sentarse en el sillón.

—Se que le gustó, pero me da vergüenza, yo jamás había hecho algo así, ahora no quiero verlo— siguió caminando de un lado a otro mientras se mordía las uñas.

—Ay, no salgas con eso ahora, ya quedé con Mark de vernos aquí por que no ibas a estar— dijo para después tomar un trago del vino que tenía en su mano.

El menor iba a decir algo pero el timbre sonó, miró a su amigo alarmado— Dile que no estoy, que me llevó un perro en la boca, no lo sé, invéntate algo, no quiero verlo— dijo muy nervioso.

—Si no quisieras verlo no te hubieses arreglado así tan bonito para salir con él, ya Jae, déjate de cosas, tú y yo sabemos que te mueres por verlo, así que respira y ve a abrirle, te está esperando.

Jaemin suspiró pesado y luego caminó lentamente a la entrada, contó hasta tres antes de abrir la puerta y cuando la abrió pudo ver al pelinegro con su característica sonrisa.

—Hola, bonito.

Jaemin sintió sus mejillas arder y miró a su amigo quién estaba muriéndose de la risa en silencio.

—Ho-Hola.

—¿Estás listo?

El pelirosa asintió.

—Entonces vamos, te va a encantar lo que tengo preparado— dijo el mayor poniendo su mano frente a él, por lo que Jaemin la tomó sin pensarlo y ambos caminaron hacia el carro.

Una vez estuvieron dentro del auto el mayor encendió el motor y empezaron a andar por la carretera.

Jaemin estaba tan nervioso que no se dio cuenta cuando empezó a mover su pierna rápidamente, su cuerpo temblaba y su mente no dejaba de crear escenarios con Jeno.

Se sobresaltó cuando sintió la mano del mayor ponerse en su pierna y acariciarla lentamente.

—Hey, tranquilo ¿Por qué estás tan nervioso?— preguntó el mayor mirándolo por unos segundos antes de volver a mirar hacia la carretera.

—N-no estoy nervioso.

—¿No? Estás temblando, no va a pasar nada que tú no quieras ¿Okey?

Jaemin abrió sus ojos como platos y su boca se secó— ¿Que? Jeno... Yo no creo que sea conveniente que pase eso ahora, apenas nos estamos conociendo.

—Tranquilo, conmigo vas a estar cómodo, no te preocupes por nada— dijo volviendo a acariciar la pierna del menor.

—Pero es que...

—¿Que?

—No estoy preparado.

—¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?

—No me siento preparado para tener sexo contigo, eso es lo que pasa— dijo poniendo sus manos en sus mejillas.

El mayor frenó el carro de inmediato y luego miró a jaemin con los ojos abiertos— ¿Qué? No, espera, creo que estamos hablando de cosas muy diferentes, no vamos a tener sexo, no me refiero a eso, yo hablaba de otra cosa.