-¿Me dirás que esta vez no bailaste para mí?- lo miró con una sonrisa.
Jaemin no pudo evitar reír y luego negó- Iluso.
Jeno estaba consiente de lo que le provocaba ese bonito pelirosa, pero también sabía que aunque quisiera no iba a ser fácil estar...
El pelirosa abrió sus ojos al no sentir los brazos de su novio rodearlo, se sentó en la cama miro a todos lados buscándolo, pero segundos después recordó que su padre no los dejó dormir en la misma habitación.
Rodó los ojos y se levantó de la cama para luego dirigirse al baño, se lavó sus dientes y se dio una ducha rápida, luego se puso su ropa y salió de la habitación aún con el cabello mojado, ya moría por ver al pelinegro.
Bajó las escaleras y buscó con su mirada al pelinegro, pero no lo vio por ningún lado, caminó a la cocina y ahí vio a su madre, se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.
—Buenos días mamá— le dijo con una sonrisa.
—Buenos días cariño ¿Como dormiste?
—Muy bien, aunque extrañé a Jen— dijo con un puchero.
—Mi amor, entiende a tu padre, el solo queire lo mejor para ti.
—Yo sé, pero Jen es un buen chico, nunca haría nada son mi permiso, hablando de eso ¿Donde están?
—En el patio, están hablando.
—¿Que?— jaemin no espero más y salió de la cocina corriendo, se dirigió al patio y vio a su novio y a su padre sentados mientras miraban el periódico del día .
Ambos lo miraron y sonrieron. Jaemin se acercó a ellos y le dio un beso en la mejilla a su padre.
—Hola cariño ¿Dormiste bien?
—Si papá ¿Y tu?
—Muy bien, gracias por preguntar.
Jaemin sonrió y se acercó a su novio para darle un beso corto en los labios y sentarse a su lado.
—¿Que hacen?— preguntó mientras ponía su cabeza en el hombro del pelinegro.
—Estamos haciendo crucigramas, ya sabes que a mí se me complican un poco, jeno me está ayudando.
Jaemin sonrió y le dio un beso en la mejilla a su novio— Jen es muy bueno haciendo esas cosas.
El mayor sonrió y le dio un beso en el dorso la mano.
Jaemin se dedicó a ver cómo su padre y su novio hacían los crucigramas, el no era muy bueno en eso pero le gustaba verlos.
Pasaron unos minutos y su madre los llamó a desayunar. Todos se levantaron y fueron a dentro de la casa, para luego sentarse en la mesa y empezar a comer.
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Ya habían pasado unas cuantas horas y jaemin estaba aburrido en su habitación, su padre había tenido a jeno todo el día sentado en una silla haciendo crucigramas, el pelinegro no se veía aburrido, pero jaemin quería pasar tiempo con él.
Estaba acostado en su cama con un puchero cuando la puerta de su habitación sonó y dejó que quien se que fuera pasara, segundos después su madre entro a su habitación y se sentó a su lado en su cama.
