Stripper - Nomin

19

El pelirosa entró a la cocina y dejó su teléfono en la barra, fue a la nevera y buscó algo para empezar a hacer el desayuno.

No pasaron ni 5 segundos cuando el moreno entró hablando por teléfono.

—Amor, nos vimos ayer.

...

—Si, yo también te extraño.

...

—¿Vas a venir? ¿A esta hora? Amor, estoy horrible, ni me he bañado.

...

—Ay ya, no me digas esas cosas— dijo Haechan sonrojado.

...

—Te aviso cuando puedas venir, aún debo arreglarme.

...

—¿Por qué no quieres que me bañe?

...

—Oye, igual no podemos por que Jae está en la casa.

...

—¿Que? ¿Y es que ustedes no tienen más nada que hacer o qué?

...

—Bueno, está bien, yo le digo.

...

—Okey, te amo— mandó un beso y colgó la llamada.

Jaemin estaba picando las verduras cuando sintió a su amigo ponerse a su lado y se sobresaltó.

—Mierda Hyuck, no me asustes así.

—Perdón bebé, pero te tengo que decir algo.

—¿Que?

—Mark y Jeno van a venir a desayunar.

—¿Que? Pero si los vimos ayer— volteó a mirarlo.

—Bueno, al parecer no pueden vivir sin nosotros— dijo Haechan con una pose de diva.

Jaemin miró a su amigo por unos segundos y luego se acercó a la barra para tomar su teléfono y llamar al pelinegro.
Luego del segundo tono el mayor respondió.

—Buenos días, cariño— se escuchó la voz del otro lado de la línea.

—Buenos días, Jen.

—¿Cómo dormiste?

—Bien ¿Y tú?

—Muy bien cariño ¿Por qué me llamás? ¿Hay algo que quieras decirme?

—¿Ahora no puedo llamar a mi novio?

—Claro que puedes, amor, solo que es muy extraño, normalmente soy yo el que lo hago.

—Bueno ya, no importa, te llamaba para preguntarte si de verdad venías a desayunar a mi casa, no le creo mucho a Hyuck.

—Si ¿Por qué?

—¿Y quién te invitó?

—¿No puedo ir a visitarte? Okey.

—Era broma, cariño, si puedes, aunque dame tiempo, tengo que arreglarme aún.

—Pero si tú te ves hermoso recién levantado.

Jaemin sintió sus mejillas arder— Ya, hablamos luego.

—Okey, te quiero.

El menor se quedó procesando las palabras, Jeno nunca le decía que lo amaba y entendía que no llevaban mucho tiempo saliendo, pero él ya sentía que lo amaba, que se había metido tanto en su corazón que ya nada podía sacarlo de ahí.