02: Repetir plato

82 11 0
                                    

—¿Qué dices? —soltó el Omega con sorpresa, para luego incorporarse con rapidez de la cama, adolorido e inquieto—¡Mierda, no juegues! Pensé que estaba loco porque te me hacías conocido, ¿Y ahora resulta que eres Asher Hawk? Wow, nunca creí que iba a compartir cama con uno de los 3 Alfas dominantes del país.

—Cuatro en realidad, aunque Aage y Ros parecen un pack—comentó Asher, arrugando ligeramente su nariz.

—Mierda.

Lysander Fleiss se levantó de la cama a pesar del dolor de su cadera, buscando su ropa y vistiéndose con rapidez.

—¿Hay algún problema? —preguntó Asher, emulando su acción con calma.

—No, bueno, puede ser—respondió el castaño, terminando de abrochar sus pantalones—. Mis hermanos siguen en el bar y debo volver antes de que se preocupen por mí.

El Alfa alzó su ceja, no estaba convencido de sus palabras, pero tampoco era de su importancia.

—Está bien, ¿Quieres que te lleve de vuelta? —ofreció.

Acabó de vestirse cuando oyó las palabras del Alfa. Al inicio pareció convencido de que era una buena idea, pero negó con rapidez.

—No, puedo volver solo, ni que quedara muy lejos el bar—corroboró que no se le quedaba nada en aquella habitación, dirigiendo su vista al Alfa que seguía sentado sobre la orilla de la cama—. Bien, fue un placer el haber compartido unos minutos con usted, señor Asher Hawk. Espero haber sido de su agrado.

Lysander no esperó alguna respuesta por parte de Asher, pero su sorpresiva risa lo tomó por desprevenido. Era ligera, varonil, agradable.

Se giró en su lugar y se marchó de aquel hotel, dejando solo el recuerdo de una loca noche en su memoria con un característico Alfa.

...

Pasaron cuatro días para que Asher Hawk volviera a su anhelado bar en busca de una nueva víctima.

La noche con aquel Omega Fleiss fue grata y satisfactoria, tanto que no podía evitar estar de buen humor, más al recordar la explosiva personalidad del chico, pero su batería lujuriosa volvió a recomponerse y necesitaba encontrarse bajo sábanas con otra persona.

¿Qué podría comer hoy? ¿Un Alfa, tal vez? Tenía humor para darse el tiempo.

Asher observó al barista, se le hacía interesante, pero no lo convencía. Volvió su vista a una de las mesas cercanas, fijándose en una chica de largo cabello lacio y labios oscuros. Era una buena opción. Tenía una adecuada cadera, ¿sería capaz de tolerarlo?

¿Cómo no iba a insultarte si me estabas partiendo en dos?

Rio para sí al recordar las palabras de su último revolcón, a lo mejor sería más factible escoger a alguien con mejores caderas, tal vez podrían soportarlo más.

—Sería un buen experimento—murmuró, bebiendo de su trago.

Pero su vista de la chica fue interrumpida por una figura alta, de cabellos negros y suaves rizos, provocando que su corazón latiera con fuerzas.

¿Aage?

Su mente se alertó, ¿de verdad era él?

Aage, Aage.

Pero al girarse, solo era una persona desconocida, provocando un vacío en su pecho. Apretó su mandíbula, ¿Cómo era posible que siguiera buscando a Aage Dorrance a pesar de su evidente rechazo? Era un masoquista, solo un loco buscaba una oportunidad inexistente.

—Asher Hawk.

El recién nombrado buscó a la dueña de esa voz, encontrándose con una Beta de sus pasadas conquistas.

Alma erranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora