09: La verdad de un corazón

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Todo se encontraba absolutamente bien, lo estuvo hasta que llegó aquella carta.

Hace tiempo que Asher había conseguido no pensar en Aage Dorrance, en especial desde que su relación con Lys fue creciendo, creando una especie de relación formal. De esta forma, todo parecía mejorar.

Lys era su mejor distractor después de tanto tiempo.

No quería admitirlo, o no lo entendía, no lo sabía. Pero esa química con Lysander le era grata y adictiva. No comprendía si era por el hecho de ser ambos dominantes que sentía esa conexión o porque de verdad había algo entre ellos.

Quería saberlo.

Su corazón latía con calidez ante Lysander, deseaba protegerlo y estar todo el tiempo con él. Creía que por fin había superado a Aage e iba encaminado a enamorarse, pero llegó esa maldita carta. Y fue así como sus antiguos sentimientos por el Alfa volvieron, más al estar consciente que volvería a verlo después de su incidente con Blade Morgan y Claude.

Claude.

Jeremy Claude Breslin, un Omega recesivo de media clase sin nada que ofrecer, había conquistado el corazón de Aage Dorrance. Casi parecía una broma, pero Asher lo comprendía: Claude era lo que Aage necesitaba en un compañero.

Lo que él nunca le podría ofrecer.

Claude era fuerte, decidido y terco a morir. Respetaba y consiguió blandir la mente y sentimientos de Aage, cosa que él nunca había logrado rozar después de tantos años de amistad. Aquel Alfa lo escuchaba, pero era oídos sordos a sus palabras.

Pero no lo era con ese Omega.

Al final de todo entendía que lo había perdido, sí, había pasado demasiado tiempo y demasiadas cosas, pero ¿Cómo le dices a tu corazón que deje ir aquello que te hace mal? ¿Cómo dejas de amar algo que formaba parte de ti? No lo sabía. Lo único que lograba pensar es que en medio de toda esa niebla que cegaba sus ojos, ahí se encontraba Lysander. Lys era fuerte como una tormenta, divertido y audaz. Él era un Omega dominante capaz de soportar a un Alfa de su categoría, era perfecto en todos los sentidos.

Quería convencerse de ello.

Creyó que al tener a Lysander a su lado podía enfrentar la presencia de Aage, pero fue todo un error. Desde el momento que tuvo al Alfa frente a él su cuerpo saltó en alerta, en la necesidad de nunca alejarse de Aage y escuchar su voz.

Quería dominarlo.

—Iré por algo de beber.

Lysander se alejó y él solo se centró en Aage. Una parte de su mente punzaba por la culpa ante sus acciones con Lys, pero no quiso obedecer.

Aage solo lo observaba hablar.

—Ese chico, Lysander ¿Qué es de ti? —preguntó Aage Dorrance de la nada, interrumpiendo sus palabras.

—¿Lys? Eh, yo lo invité—dijo, sorprendido—. Él es mi pareja, mi novio.

—¿Novio? Es un milagro—respondió el Alfa, alzando una ceja—. Nunca creí que llegarías a presentarte con una pareja.

—No soy un sin sentimientos como tú—se defendió, frunciendo su ceño. Aage sonrió ligeramente.

—¿Entonces por qué lo alejaste?

El cuerpo de Asher se paralizó.

—¿Qué?

—Puedo ser un sin sentimientos, pero no un idiota. No ahora después de convivir con Clau—comenzó a decir, observando de reojo al Omega junto con su amigo—. ¿No viste su rostro? Claramente no estaba bien.

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