07: Un amor prohibido

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Ambos dormían plácidamente en aquella cama hecha un desastre cuando una llamada entrante al celular de Lys los despertó. 

—Maldición—murmuró Lysander, sobando su ojo derecho, aún con sueño y dolor de cabeza. Tomó su celular sin mirar correctamente la pantalla, respondiendo—¿Hola?

—¡Lys! ¿Dónde diablos estás? ¡Dijiste volverías en la noche! ¿Sabes qué tan preocupados estamos?—exclamó Logan, su hermano mayor.

—Mierda—soltó, sorprendido y tomando consciencia de que ya era de día.

Miró su pantalla y se sorprendió más al notar que eran las mismísimos 10:14 a.m.

—Perdón, no planeaba quedarme—comenzó a decir, buscando alguna excusa—. Salí con unos excompañeros de la universidad y me quedé dormido en el sofá. He bebido mucho...

—¿Bebido? —repitió su hermano, aún molesto—. ¡Mínimo un mensaje, Lys! Sabes muy bien que la policía no puede obtener una orden de búsqueda solo después de veinticuatro horas.

—¡Ni si quiera sabíamos dónde estabas! —se escuchó a Louis de fondo, igual de molesto.

—Lo sé, perdón—dijo—. Perdí la noción del tiempo.

—Lo que tú digas—continuo Logan—. No sé dónde estará esa casa de tu excompañero, lo que sea. Pero será mejor que vuelvas, recuerda que nuestros padres llegarán antes de la hora del almuerzo.

Tristemente, también se le había olvidado ese suceso. Su cita con Asher fue su total prioridad.

—Bien.

—¡Te quiero aquí en menos de una hora, Lysander! O yo mismo iré a buscarte y sé muy bien como odias eso.

Lys no tuvo mucho que decir, puesto que Logan estaba tan enfadado que cortó primero. Suspiró, tenía que volver a casa.

—Mierda—volvió a repetir.

Frustrado, Lys comenzó a buscar el cuerpo de Asher, encontrándose con el rubio sonriendo y apoyado sobre su brazo, dando una clara vista a su pecho desnudo.

—¿Así que ahora soy tu excompañero de la universidad? —preguntó, de buen humor.

Lysander sonrió en una especie de mueca, volviendo a recostarse a un lado de Asher.

—No podía decirle que estoy en casa de mi ligue ¿No? Se habría vuelto loco—respondió.

—Se habría arrancado los pelos—se imaginó Asher—¿Tu ligue, dices?

El Omega lo observó.

—¿Qué somos en realidad?

El Alfa se fijó en el chico, notando su cabello desordenado y cuerpo lleno de mordidas. No recordaba con exactitud lo que pasó en la noche, pero se sentía fabuloso.

Al menos recordaba que le había dicho que lo quería.

—¿Qué crees tú? —preguntó de vuelta.

Lysander se giró hacía él, tocando su rostro y pecho con cuidado.

—Novios ¿No? —murmuró, sintiendo un sonrojo en su rostro—. Ambos nos gustamos mutuamente, nos confesamos y nos acostamos.

Novios.

El corazón de Asher se inundó en calidez.

—Sí, novios—confirmó—. Desde hoy seremos novios ¿Te parece?

Lysander sonrió, asintiendo para luego acercarse a su rostro y besar sus labios en un corto beso.

—Me parece fantástico, chico que solo comía una vez un plato.

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