Alma errante

EXTRA 14: Arcoíris

Antes de que Rhosyn naciera, Lysander se imaginó el rostro de su bebé mil veces y ninguna de ellas llegó a la perfección real de su hija.

Estaba enormemente feliz.

Durante las últimas semanas de su embarazo, Lys comenzó a desear que su bebé se pareciera a Asher por completo. Pero al instante que notó el cabello castaño de Rhosyn cuando nació, no pudo evitar emocionarse. Tenía su pelo y sus ojos, pero también tenía la pálida piel de Asher y su nariz. Era una mezcla perfecta de sus genes.

Tenía un bebé.

Al volver a casa fue recibido por ambas familias: Hawk y Fleiss. Tanto los padres de Asher como los suyos aguardaron su turno tras el ataque de sus hermanos.

—¡Es preciosa! —chillaba Laila, colocando su dedo índice en la palma de la mano de la beba, siendo recibida por la reflejo de prensión—¡Ah, me ama!

—Es igualita a Lys cuando nació—lloró Logan, emocionado por su primera sobrina.

—¡Sus mejillas son tan lindas!—dijo Louis, sin ocultar su entusiasmo. 

Los tres opinaban como viejas metiches, excepto uno: Todos se giraron hacia Cole Fleiss. El hermano mayor frunció sus labios ante las múltiples miradas.

—¿Qué?—soltó, inquieto. Lysander se acercó a él con una enorme sonrisa.

—Sostenla—le dijo, entregando el pequeño cuerpo de Rhosyn a su hermano.

Cole actuó con torpeza al inicio, pero rápidamente (y lleno de orgullo) sostuvo a la bebé entre sus brazos.

—Ay, Dioses—murmuró este, nervioso. La curiosa mirada de la recién nacida cayó sobre él:—Hola.

Rhosyn se movió a gusto, bostezando ante la comodidad. Cole sonrió con alivio.

—¿Ves? No es tan horrible como crees—habló Lys junto a Asher. Cole los observó, resignado.

—Tal vez ahora no, pero puede que después sí—señaló, para luego volver a la beba—. Bueno, no me puedo molestar ahora. Eres adorable.

Victoria para Lysander.

—¡Es mi turno! —saltó Laila, intentando robársela de sus brazos.

—¡No, es mío! —reclamó Louis. 

—¡Yo primero! —siguió Logan. 

Todos sostuvieron a Rhosyn, inclusive a sus abuelos. Everett Fleiss no tardó en echarse a llorar al tener a su primera nieta entre sus brazos, dormida.

—¡Soy abuelo! —jadeó, entre lágrimas.

Lysander y Asher sonrieron llenos de alegría.

Tras la visita, Lysander se encaminó a la nueva habitación de Rhosyn. Se sentó en el cómodo sofá y observó a su hija dormir. Seguía sin poder asimilarlo, pero verla ahí, en sus brazos y sentirla dormir fue un momento de ensueño. Él deseó poder formar una familia, y ahí estaba: Rhosyn, su Rho, su bebita, su hija junto al amor de su vida.

—Bienvenida, Rhosyn.

Creyó que todo mejoraría de ahora en adelante, en especial en el ámbito de salud mental, pero a pesar de la felicidad de ver a Rhosyn crecer ante los días, habían momentos en que Lysander volvía a revivir ese día. Recordaba crudamente ese instante cuando un fuerte dolor en su vientre lo dejó inmovilizado al punto de ser incapaz de gritar, seguido por una extraña sensación y algo líquido bajar por sus piernas.

Era sangre.

Asustado y con la mente en blanco, llamó a sus padres, a sus hermanos, quién fuera. Logan fue el primero en llegar a la habitación de Lys seguido de Louis. Sus hermanos lo llevaron al hospital donde lo atendieron deprisa. Al poco rato, le notificaron que había tenido un aborto espontáneo.